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La Playa de la Cebada, en Morro Jable, acogió el pasado agosto un llamativo acontecimiento que congregó a decenas de turistas y vecinos. Se trata de la liberación en el mar de dos tortugas 'boba' (Caretta caretta), que se encontraban en perfecto estado de salud tras permanecer unas semanas bajo vigilancia veterinaria en la Guardería de Tortugas. La suelta estuvo organizada por la Consejería de Medio Ambiente del Cabildo, y contó con la participación de los Agentes de Medio Ambiente y los voluntarios ambientales de la asociación Avanfuer que colaboran en verano en la Guardería de Tortugas. Una estudiante de Ciencias Ambientales llamada Érica Gutiérrez, que participa como becaria en el Programa de Prácticas del Cabildo, fue la encargada de ofrecer a todos los presentes una charla sobre la situación de las tortugas marinas, los peligros que las aquejan, y las medidas más adecuadas que cualquier persona pueden adoptar para protegerlas.

Durante su estancia en la Guardería de Tortugas, los dos ejemplares fueron bautizados con los nombres de Nemo y Lulú. En el momento de su liberación, Nemo contaba con un peso de 6,2 kilos, y Lulú con 9,9 kilos.

La Consejería de Medio Ambiente del Cabildo de Fuerteventura recuerda la importancia que tiene la colaboración ciudadana a la hora de localizar animales marinos que aparecen accidentados en las costas de la Isla o en aguas cercanas al litoral.

En caso de localizar algún animal herido, se recomienda llamar en primer lugar al Cabildo de Fuerteventura para contactar con el cuerpo de Agentes de Medio Ambiente (928 86 23 00/22) o directamente con los agentes de guardia (626 98 23 71). También es posible alertar a la división ambiental de la Guardia Civil (SEPRONA), o a los servicios de emergencias a través del 112.

De manera general, en caso de avistar una tortuga flotando en el mar se debe comprobar si está descansando o tiene problemas (lo indican síntomas como sequedad en su caparazón, algas incrustadas, heridas...).

Llegado el caso de manipular al ejemplar, no se le debe coger por el caparazón y, para moverlo, hacerlo siempre hacia delante. Hay que tener cuidado con su pico, uñas y aletas (en caso de mordedura, no tirar hasta que abra la boca). Una vez atendida, se debe dejar a la tortuga en un lugar fresco y preferentemente húmedo (con paños o toallas húmedas), y no darle de comer ni de beber hasta que el personal técnico llegue y recoja al animal. Para su transporte, se aconseja una caja de plástico acorde al tamaño del animal.

 

Si la tortuga se encuentre herida y es posible realizar primeros auxilios, se recomiendan los siguientes modos de actuación dependiendo de la patología que presente:

  • Petroleada. Limpiar con un paño humedecido en aceite de cocinar los ojos, la boca y los orificios nasales, evitando que trague los residuos.
  • Aprisionada en redes o plásticos. Estos materiales pueden provocar el estrangulamiento del animal o cortar la circulación de las extremidades originando la muerte de los tejidos. Si tiene algún miembro estrangulado por cualquier elemento (red, nailon, etc.), no cortar éste, ya que hace de barrera de patógenos.
  • Anzuelo tragado o nylon. No liberarla con el anzuelo tragado pues moriría en poco tiempo. No tirar del anzuelo. Si sobresale el nylon de la boca, no cortar a no ser que esté enredado en el animal, y en tal caso dejar siempre un margen de longitud para evitar que se lo trague (20 cm.).
  • Caparazón roto o heridas abiertas. Heridas producidas por choques con embarcaciones o hélices, aplicar Betadine en las heridas, cubrirlas con un paño humedecido en agua hasta que el personal del Cabildo la recoja.
  • En una playa y muerta hace tiempo. Avisar a los servicios de Medio Ambiente o al 112.
  • En ningún caso se debe liberar una tortuga hallada hasta que sea inspeccionada por personal especializado, dado que el animal puede estar débil, infectado por parásitos, o quedarle restos de plásticos en el estómago. Actualmente, el Cabildo cuenta con la Guardería de Tortugas, localizada en el Puerto de Morro Jable, en cuyas instalaciones los especimenes son atendidos de sus heridas o enfermedades por una veterinaria especializada hasta su total recuperación.

 

Otras Medidas preventivas:

Para evitar que la contaminación pueda afectar a las tortugas y otros animales marinos es muy importante evitar residuos al mar, especialmente redes, anzuelos y plásticos en el mar, o también tomar medidas como cortar los plásticos de embalaje de las latas de bebida.

En las aguas de Canarias, recibimos la visita de al menos, cinco especies de Tortugas Marinas: la tortuga común o boba (Caretta caretta), la tortuga verde (Chelonia mydas), la tortuga carey (Eretmochelys imbricata), la tortuga golfita (Lepidochelys kempii) y la tortuga laúd (Dermochelys coriacea).

En Fuerteventura, constantemente se registran casos de tortugas accidentadas y que son socorridas por parte del personal de Medio Ambiente del Cabildo de Fuerteventura. Muchas de ellas necesitan la intervención del personal del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre de Tafira, en Gran Canaria. Las causas más comunes de ingreso son los enmallamientos, ingestión de anzuelos y plásticos, las manchas de petróleo y las fracturas de caparazón.

La mayoría de las causas por las que se accidentan las tortugas están relacionadas con el hombre. Debemos ser conscientes y no tirar basuras o plásticos en las playas, o desde las embarcaciones, no abandonar trozos de redes en el mar, no comprar souvenirs o artículos fabricados con caparazones o restos de tortugas, no liberar tortugas que encontremos vivas con anzuelos, enmalladas o heridas y siempre, NOTIFICAR TODOS LOS VARAMIENTOS.

 

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