Decreto n.º 204/2021, de 4 de noviembre, de declaración de la Capa Negra de Caravaca de la Cruz como espacio natural protegido, en la categoría de Monumento Natural

La presencia de las evidencias descritas en la CAPA NEGRA revela la caída de un gran meteorito cuyo cráter se localizó en Chicxulub (México), un acontecimiento que permite explicar la extinción masiva del final del Cretácico.

La singularidad, belleza y rareza de los elementos naturales y formaciones geológicas de la Capa Negra de Caravaca de la Cruz, en el término municipal de Caravaca de la Cruz, hacen que este espacio sea merecedor de una protección especial que conlleve la adopción de medidas de conservación que aseguren su preservación. Y por tanto procede su declaración como espacio natural protegido, cuya clasificación en la categoría de Monumento Natural queda justificada por el relevante interés geológico del enclave y su valor científico, cultural y paisajístico.

 

La capa negra. La capa de arcilla del límite Cretácico/ Paleógeno (K/Pg) es de color oscuro y tiene un espesor entre 7 y 10 cm. Este lecho basal es conocido por las «arcillas del límite» y localmente por la «capa negra de Caravaca».

Su parte superior está modificada por bioturbaciones, llegándose a describir tubos de varios centímetros de longitud. En la base de la capa de arcilla se encuentra un nivel rojo-amarillento de 1-2 mm de espesor rico en goethita, que también presenta concentraciones altas de iridio y osmio, además de anomalías de V, Cr, Fe, Ni, Zn y As, granos de cuarzo deformados y abundantes microesferas cristalizadas en forma de feldespato potásico, que fueron producidas por fusión del material impactado. Serían gotitas que habrían ascendido a la atmósfera en el momento del impacto y que se habrían depositado por todo el mundo. Estas microesferas de sanidina serían por tanto microtectitas alteradas, las cuales supusieron otra prueba más a favor del impacto.

Todo apunta a que el efecto invernadero producido tras el impacto y la nube de polvo que oscureció la atmósfera durante meses provocaron el colapso del plancton que habitaba estos mares. Además, las intensas y prolongadas lluvias ácidas contaminaron el agua marina y agravaron aún más la situación.

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