Los incendios son el mayor peligro para la estabilidad y conservación del monte. La principal medida para luchar contra el fuego no debe centrarse únicamente en los medios de extinción, sino en el conjunto de medidas preventivas que se deben tomar desde el propio momento de realizar la repoblación. Las buenas prácticas forestales son las actuaciones que deben aplican los agentes que intervienen en las actividades forestales para conseguir una gestión idónea en la prevención de incendios forestales compatible con el medio ambiente. Los principales agentes a los que va dirigida esta guía, son los propietarios de montes y selvicultores, los técnicos gestores de los montes y los responsables y trabajadores de las empresas de actividades selvícolas y de aprovechamiento forestal.
Los objetivos que se persiguen con la Guía de Buenas Prácticas en la Prevención de Incendios Forestales son los siguientes:
A continuación, se marcarán un conjunto de recomendaciones a seguir por los distintos agentes involucrados en las actividades que se desarrollan en el medio forestal (sobre todo selvicultores, propietarios y trabajadores forestales) para conseguir una gestión correcta en la prevención de incendios forestales.
Guía de Buenas Prácticas en la Prevención de Incendios Forestales. Enviado por Raquel Antón. Ambientóloga Responsable de Desarrollo de Negocio en Geotecma.