Con la llegada de los meses más fríos del año, es importante prever cuál va a ser la estrategia para ahorrar manteniendo nuestra casa lo más cálida posible. El uso de recursos naturales para obtener calor es una alternativa acorde a los estilos de vida más concienciados con el medio ambiente. El hueso de aceituna, por ejemplo, se ha convertido en un combustible proveniente de la biomasa que nos ayudará no sólo de ahorrar en la factura sino también de mantener la casa en óptimas condiciones.
¿Cuáles son las ventajas de este tipo de combustible? Aquí presentamos las más destacadas:
Un alto rendimiento combinado con el ahorro económico es el punto fuerte de este tipo de energía, pero no es la única. También englobados en el calor ecológico se encuentran otro tipo de materiales como la leña, las cáscaras de almendras o los pellets.
La leña seca tiene el doble de poder calorífico que la recién cortada. Las mejores son las duras, como la de olivo, con una combustión larga, de encina, almendro o roble, entre otras.
Los pellets y la biomasa en general se han ido haciendo cada vez más conocidos gracias a que constituyen una energía limpia y segura, a la par que ayudan a disminuir los residuos. Como ocurre con el caso del hueso de aceituna, tienen un precio mucho más estable que los combustibles fósiles, lo que los hace muy competitivos.
Para aquellos que piensen en mejorar el sistema de calefacción de cara al invierno, las estufas de pellets son una opción a tener en cuenta porque engloban ahorrar, calentar y disfrutar de un combustible ecológico, todo en uno.
Para decidirse por un tipo u otro de biomasa, empresas del sector, como Calor Eco pueden asesorar a la hora de adquirir el tipo más adecuado de combustible según las necesidades.