Desde el 1 de septiembre las bombillas incandescentes no se fabrican más en los estados de la UE. Este esfuerzo empezó en 2009, con la directiva europea que impulsa el diseño ecológico de los productos que consumen energía. Las nuevas tecnologías, tal como las bombillas fluorescentes y LED que existen ya en el mercado desde hace unos años, suponen un ahorro energético de 80-90 por ciento respectivamente, en comparación con las antiguas incandescentes. y tienen un ciclo de vida útil 10-20 veces mayor de ellas.
WWF España, siguiendo las tecnologías punteras en materia de eficiencia energética, presenta en la página web eurotopten.es las bombillas más eficientes del mercado español para el año 2012. Las bombillas tradicionales, inventadas por Thomas Edison en 1879, utilizan tan sólo el 5% de la electricidad consumida para transformarlo en luz, mientras que el 95% restante se desperdicia en calor.
Las alternativas actuales: halógenas, fluorescentes compactas - las conocidas como bombillas de bajo consumo-, o las bombillas LED, no sólo son más eficientes en la relación consumo/luminosidad, sino que tienen una vida útil más larga, de 10 a 20 veces mayor que las tradicionales. Esta combinación de factores supone, según fuentes de OSRAM, "un ahorro de hasta el 90 por ciento".
Sin embargo desde la ONG Ecologistas en Acción se recuerda que los fluorescentes y las bombillas de bajo consumo contienen mercurio, un metal pesado muy peligroso que, una vez fuera de uso, deben almacenarse por separado, evitando que se rompan, y ser recicladas adecuadamente por un gestor especializado.
Los fluorescentes y las bombillas de bajo consumo, remarcan desde la ONG, siempre y cuando sean de buena calidad, consumen un 80% menos de energía y son más duraderos, pero requieren una gran cantidad de energía para encenderse. En casos en los que se dejan encendidos menos de cinco minutos (cuartos de baño, despensas, etc...), el ahorro energético no está nada claro.
Mientras no exista una iluminación de bajo consumo, no contaminante y a precios asequibles (los LED son todavía demasiado caros), Ecologistas en Acción insiste en que la administración, central y autonómica, debe informar a la población sobre su contenido tóxico y los sistemas existentes de recogida de estos residuos a fin de evitar que el beneficio del ahorro energético se vea empañado por la contaminación por vapores de mercurio.
Las bombillas incandescentes tradicionales dejaron de fabricarse en todos los Estados de la Unión Europea (UE) el pasado 1 de septiembre, conforme a la directiva comunitaria 2009/125, que apuesta por el diseño ecológico de los productos relacionados con la energía.
Fuente: modificado de Desarrollointeligente.org y Ecologistas en Acción