Leemos en Motor Pasión un interesante artículo sobre el uso del aluminio reciclado en la industria del automóvil.

Jaguar Land Rover ha descubierto a través de una cara investigación que es posible fabricar coches a partir de materiales reciclados, en concreto aluminio. El fabricante asegura que, gracias a un innovador proceso de reciclaje, se podrían aprovechar las latas de refresco, tapas de botellas e incluso otros vehículos que han llegado al final de su vida útil para fabricar los vehículos del futuro. Así, la marca británica asegura que ha desarrollado un prototipo de aleación nuevo cuya calidad se asemeja a la de sus modelos actuales.

Una segunda vida al aluminio

En el proyecto, bautizado como 'Reality' y con un presupuesto de 2.000 millones de libras, los ingenieros de la firma británica pudieron utilizar las piezas de aluminio reciclado y mezclarlas con una menor cantidad de aluminio primario. De esta manera, aseguran, han podido formar un prototipo de aleación nuevo y probado, comparable al grado y la calidad que ofrece Jaguar Land Rover en la actualidad. Un proceso que asegura reducirían las emisiones de CO2 en el proceso de producción un 26 %.

Según explica la marca, por lo general, la chatarra de vehículos al final de su vida útil se exporta al extranjero, donde se puede reutilizar para aplicaciones de gama baja, pero la nueva tecnología de separación que ha descubierto ha permitido reciclarla nuevamente en el proceso automotriz.

Sin duda se trata de un material fácil de encontrar dada la cantidad de envases que se consumen en el mundo a diario. El aluminio se puede encontrar en latas de bebidas, aerosoles, bandejas de papel de aluminio y tapas de botellas y permite fundirlo y reformarlo repetidamente sin perder calidad.

Una tendencia hacia lo vegano y natural

Jaguar Land Rover ya tiene una línea de materiales veganos desarrollados para equipar sus SUV Range Rover Evoque, Range Rover Velar y Jaguar I-Pace 2020. Cuenta, por ejemplo, con un textil producido a partir de fibras de eucalipto que precisa mucha menos agua que los materiales tradicionales como el plástico y el Alcantara y puede teñirse para que coincida con cualquier color.

Muchas otras marcas están apostando por los materiales reciclados para fabricar sus coches, sobre todo los elementos del habitáculo. El ejemplo más reciente lo encontramos en el primer coche eléctrico de Mazda, el MX-30, en cuyo interior hay corcho natural sobrante de la producción de tapones para botellas y fibra confeccionada a partir de botellas de PET recicladas.

Ford por su parte asegura que recicla 1.200 millones de botellas de plástico cada año que van a parar a los componentes de los coches que fabrica, y ha desarrollado además una espuma de asiento de soja. Toyota fabrica el material de los asientos a partir de glicol de caña de azúcar renovable en lugar de glicol derivado del petróleo, mientras que Hyundai obtiene roca volcánica molida para formar las cubiertas de los pilares de soporte de sus sedanes.

 

Fuente: Motor Pasión