Tanto en España como en Portugal se están dando avances en el desarrollo de fuentes de energía alternativas basadas en la fuerza eólica marina. En Canarias con el lanzamiento de su Atlas Eólico Marino y en Portugal con la propuesta de desarrollar un primer prototipo de aerogenerador flotante, así como las diferentes iniciativas que se desarrollan en Cantabria o Cataluña para el definitivo despegue de la eólica marina en el sur de Europa.
Durante el año 2010 se instalaron en Europa 308 nuevos aerogeneradores marinos, con lo que la potencia instalada ascendía a finales del año a 2.946 MW. Esta cantidad de MW se encuentra distribuida en 9 países del norte de Europa, con un claro liderazgo del Reino Unido. Sin embargo, aún no existe ningún parque eólico offshore en el Mediterráneo, en parte por el menor recurso eólico disponible, en parte por las grandes profundidades cerca de la costa y en parte por la poca iniciativa e impulso de los diferentes gobiernos.
Organizaciones como Oceana consideran fundamental que los gobiernos y las comunidades autónomas entiendan el enorme potencial energético que nos ofrecen a largo plazo los mares y océanos y que se encaminen a un aprovechamiento sostenible con el medio. La enorme dependencia de las economías respecto a las importaciones de petróleo y gas, la alta volatilidad de los precios de este tipo de energía y la creciente concentración de sus reservas y sus producciones en regiones políticamente inestables hacen aumentar de manera alarmante la incertidumbre en los mercados. La única vía para frenar esta tendencia es una mayor diversificación en el suministro de fuentes de energía primaria y una mayor participación de energías limpias y renovables.
Fuente: Oceana