En España somos 47 millones de habitantes, y se calcula que cada persona usa una media de siete productos de cosmética diariamente, según el informe de la Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa). Las cifras que resultan si calculamos la cantidad de productos cosméticos usados diariamente, indican que la industria cosmética es uno de los mayores contaminantes para el medio ambiente.
La industria de la cosmética juega un papel fundamental por la conservación del planeta. Por esta preocupación, las empresas en la actualidad optan por diseñar productos ecológicos y sostenibles, a través de acciones responsables y packaging eco. Cada vez son más las firmas que se suman a su aporte a través de un enfoque sostenible en la comercialización, distribución y reciclaje de sus productos.
Banbu, startup dedicada al diseño de productos cosméticos y de higiene veganos, naturales, de residuo cero y sostenibles, cumple cuatro años, y durante este tiempo ha revolucionado la industria de la cosmética con su enfoque rebelde y sostenible.
“Desde el principio, nuestro objetivo principal fue convertirnos en una marca de cosmética residuo cero. Y puedo decir que, aunque quede un largo camino, estamos dando unos pasos de gigante hacia allí. Hemos logrado reducir significativamente nuestra huella ambiental y hemos marcado la diferencia en la industria de la belleza”, afirma Verónica Díez, cofundadora de Banbu.
Durante estos cuatro años, la startup de cosmética natural que comenzó con una chispa de indignación y una pasión desbordante por hacer las cosas de manera diferente en esta industria, ha conseguido reducir significativamente el consumo de agua en sus procesos de producción, ahorrando un total de 352.275 litros, gracias a técnicas innovadoras y al uso eficiente de recursos, ofreciendo productos producidos sin agua y que se venden en polvo. Cabe señalar que en la actualidad, un champú o gel de ducha normal está compuesto por un 95% de agua.
También han revolucionado la forma de envasar los productos optando por envases sostenibles y reutilizables, evitando así la fabricación de 577.500 envases de plástico, ya que el plástico es el material que compone la mayor parte de los envases de productos de cosmética, y suponen el 85% de los despojos que van destinados a los océanos, según el informe publicado por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). El estudio indica, que para el año 2040 las dimensiones del plástico en el mar pueden triplicarse hasta llegar a una cantidad de entre 23 y 37 millones de toneladas al año.
Pero no se queda ahí, su compromiso con la sostenibilidad se ve reflejado también en el transporte de sus productos, asociándose con empresas de logística comprometidas con la reducción de emisiones de CO2, optimizando las rutas de envío y buscando alternativas más ecológicas para sus envíos con cajas de cartón con impresión de tintas vegetales. Como resultado, han conseguido reducir un total de 321.475 kilos de CO2 a la atmósfera.
La startup quiso celebrar el apoyo recibido por parte de los clientes durante estos cuatro años obsequiando con regalos especiales en cada compra que se realice a través de su página web o en la tienda física, y que supere los 35 euros. Esta iniciativa da la posibilidad de conseguir el que se ha convertido en el Must Have del verano, el bálsamo labial de fresa, hasta su desarrollo más innovador: la crema nutritiva formulada con células madre vegetales.
“Estamos muy contentos y orgullosos porque hemos construido una comunidad apasionada y comprometida con nuestra causa. Nuestros clientes, influencers y seguidores se han unido a nosotros en nuestra misión de cambiar la industria de la cosmética y proteger nuestro planeta, generando conciencia y fomentando un cambio de mentalidad hacia un estilo de vida más sostenible”, señala Díez.