Una nave industrial en Arganda del Rey, perteneciente a Requimsa, dedicada a la gestión integral, el almacenamiento de residuos y al tratamiento y recuperación de disolventes, sufría en el día de ayer varias explosiones y el consiguiente incendio. La columna de humo generada activó el nivel 1 del Plan Territorial de Protección Civil de la Comunidad de Madrid (Platercam), pero desde la Consejería de Medio Ambiente se señala que las estaciones fijas que miden la calidad del aire indican que los niveles son buenos.
35 personas es el balance de heridos, con tres de ellas graves, en las explosiones registradas este jueves en la empresa de gestión de residuos de la localidad madrileña. La zona comenzó a desalojarse con la primera explosión, poco antes del mediodía. La segunda explosión se produjo tan solo unos minutos después del primer estallido. La gran columna de humo que salía de la nave incendiada ha sido visible desde varios kilómetros de distancia, incluso desde Toledo.
La Comunidad de Madrid mantiene activado el nivel 1 de alerta del Platercam, mientras que las estaciones fijas que miden la calidad del aire en San Fernando de Henares, Rivas o Arganda, a escasos dos kilómetros del siniestro, indican que los niveles son buenos y no hay riesgo de toxicidad. Hasta el lugar se ha desplazado una unidad móvil para realizar mediciones en el terreno. Tampoco ha registrado índices anormales, por lo que no se tomarán medidas de protección extraordinarias. Este grado de alerta del Platercam corresponde a emergencias de ámbito municipal que requieren una respuesta coordinada por la Comunidad. Forman parte de su consejo asesor la Delegación de Gobierno en Madrid, las consejerías de Medio Ambiente y Presidencia, la Agencia Estatal de Meteorología y representantes de los equipos de emergencias.
Como ha ocurrido en episodios anteriores de similares características, como el incendio del almacén de productos químicos en Chiloeches en agosto de 2016 o en el más grave de neumáticos de Seseña hace justo un año, las primeras comunicaciones de la administración han ido dirigidas a señalar que la situación está bajo control y los niveles de contaminación son normales. Lo que se conoce de los productos que contenía la planta de Requimsa –disolventes, pinturas y otras sustancias– al quemarse originan productos muy tóxicos, como los hidrocarburos aromáticos policíclicos, unas sustancias muy tóxicas a bajas concentraciones con los que se debe tener mucha precaución.
Por el momento, se desconocen las causas que han podido provocar las explosiones en la nave, de 10.000 metros cuadrados. La empresa Requimsa, dedicada a la gestión de residuos y al tratamiento y recuperación de disolventes, ya sufrió otro incendio hace cuatro años, pero esta vez la nave ha quedado prácticamente destruida. El anterior episodio de fuego provocó que se cancelara su Autorización Ambiental Integrada, AAI. Poco después, en 2014, la empresa volvió a pedir la autorización y finalmente consiguió que se le volviera a autorizar la actividad. Es obvio que no se hizo con las debidas prevenciones en aquel momento o que no se ha controlado el cumplimiento de los requisitos de la Autorización Ambiental.
Fuente: modificado de El País y Ecologistas en Acción.