A finales del año 2017 se produjo un nuevo aumento en las facturas tanto de la luz como del gas. El consumidor medio experimentó un aumento del 4,6% en el precio de la electricidad, y del 6,2% en la factura del gas. Aun cuando el Ministerio de Energía decidió congelar por cuarto año consecutivo la parte regulada de la tarifa eléctrica, no ha sido posible evitar que la factura se dispare, a causa de la climatología y la subida de precio de la materia prima en el mercado internacional.
Sin duda, uno de los grandes problemas a los que tiene que hacer frente la sociedad española es el coste de la energía. Comparando este a escala europea, se puede observar que a pesar de que España es un país de mucho Sol, es también uno de los Estados Miembros donde la energía resulta más cara.
El precio de la energía (€Wh) para los consumidores residenciales en España se sitúa entre los más altos de toda la Unión Europea, entre 2.500 y 5.000 kWh. Este precio es sensiblemente superior a la media de la Unión Europea, sobre todo cuando se realiza la comparativa sin tasas. En concreto, 23,0 c€ respecto a la media de la Unión, de 20,5, y del área euro, de 22,0. No solo este valor absoluto resulta relevante. Entre julio de 2016 y junio de 2017, el precio de la energía en España incrementó de forma más que considerable.
Según el coordinador del informe que ha dado a conocer todos estos datos: "Hay que ser muy estrictos a la hora de dimensionar las instalaciones a fin de no desperdiciar recursos técnicos, ni la energía que se consumirá para vivir en unas condiciones razonables de confort".
Además de un buen diseño, un aspecto fundamental para lograr una instalación eficiente es que la ejecución sea fiel a las especificaciones técnicas del proyecto y a la normativa vigente. Resulta imprescindible contratar a profesionales cualificados, que puedan garantizar un trabajo con calidad.
Respecto a las instalaciones existentes, las cuales cuentan ya con un cierto tiempo de vida: "hay que insistir en la rehabilitación integral de los edificios que necesariamente conlleva la renovación de instalaciones y equipos, pero también, actuar sobre los elementos constructivos, cerramientos, fachadas, ventanas, etc.”.
No hay que olvidar que el precio de la energía varía en función del horario. Sin duda este hecho será cada vez más relevante para la industria, razón por la cual no solo es importante reducir el consumo en términos absolutos, sino que también se debe desplazar este desde las horas más caras a las más baratas. En palabras también del coordinador del estudio: "este hecho abre la oportunidad a invertir en gestión de la demanda y en recursos energéticos distribuidos, como puede ser generación local e incluso baterías".
Dentro del ámbito doméstico, que es donde se ha experimentado un mayor incremento en el coste de la factura a lo largo de los últimos años, existen distintos conceptos a tener en cuenta. En primer lugar hay que asegurarse de contratar la tarifa más adecuada. Es recomendable consultar con el instalador autorizado, para obtener asesoramiento personalizado y de confianza.
Es igualmente importante conocer la forma en que se consume. Para ello se puede acceder a los datos del contador digital mediante la página web de la compañía distribuidora. Si bien sería deseable ceder estos datos a expertos para que los analicen, ya es posible ver el perfil de consumo horario. Después habrá que fijar objetivos de ahorro, y realizar una serie de acciones para disminuir el consumo.
Existen distintas alternativas para optimizar los consumos. Estas pueden consistir, entre otras, en sustituir las lámparas de toda la vida por otras de bajo consumo (por ejemplo las de tecnología led); cambiar los equipos de climatización y calefacción convencionales por otros de alta eficiencia; renovar los electrodomésticos por otros con una mejor clasificación energética, y controlar el consumo mediante la monitorización.
De entre los aspectos que tendrá más incidencia en la eficiencia energética, destaca el autoconsumo y el uso de las energías renovables en general. En este sentido, el responsable de la coordinación del proyecto apunta que: “Poder producir nuestra propia energía es, sin duda, un cambio de paradigma que ya está contribuyendo a reducir el gasto energético de nuestros hogares". A lo cual añade que: "falta mucho camino por recorrer, y la regulación no nos lo pone fácil, pero la sociedad está cada vez más concienciada de los beneficios de la implementación de las energías limpias".
También en el ámbito industrial es necesario medir, establecer objetivos y hacer el seguimiento correspondiente. Para ellos se pueden aplicar las mismas alternativas que se utilizan dentro del ámbito doméstico, aunque en este caso ganar mucha importancia la automatización de procesos, así como el aprovechamiento de la energía sobrante.
No cabe duda de que el alto coste de la energía en España repercute en la competitividad de las empresas con respecto a otros países. Según el experto antes mencionado: "Es un sector estratégico, que consume el 31% de la energía de nuestro país, con un gran potencial de reducción de energía y de emisiones de dióxido de carbono”. Aspectos fundamentales a la hora de lograr reducir los gastos energéticos y ser más competitivos son la incorporación de nuevas tecnologías en equipos y procesos de producción, y la implementación de sistemas de gestión energética.
Tanto la automatización de procesos a través de dispositivos y equipos electrónicos de última generación, como la robótica y otros sistemas de gestión y control, contribuyen a que la industria en general sea más eficiente. Mediante un uso más racional gracias a estos avances tecnológicos, la implementación de sistemas de cogeneración y las energías renovables en general, es posible ser más competitivo en un escenario cada vez más global.
Enérgya VM se dedica a la comercialización de electricidad y gas y a la representación de productores en régimen especial y que desarrolla una importante actividad en las interconexiones existentes entre los principales países de Europa Occidentales, así como también se implica en la gestión del consumo energético de forma eficiente.