La Guardia Civil ha impuesto sanciones de 3.000 euros por incumplir la normativa de depósito de estiércol en fincas y terrenos a varios agricultores antelanos. La alarma saltó entre el sector primario de A Limia, cuya inquietud fue expuesta por representantes de la asociación de agricultores ante el subdelegado del Gobierno en Ourense, Emilio González Afonso, tal y como viene informando La Voz de Galicia. Según la normativa transgredida el estercolado se debe hacer bajo unas condiciones específicas debido al riesgo de escorrentías.
"Los labradores lamentan lo que califican de exceso de celo de funcionarios de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil (CHMS) que ha provocado la apertura de expedientes sancionadores. Esa media docena de multas impuestas son de 3.000 euros cada una"
El motivo de las sanciones es el incumplimiento de la normativa sobre la forma de depositar estos residuos en fincas y terrenos. La legislación actual obliga a que el estercolado se realice en unas condiciones muy específicas. Es preciso, por ejemplo, que el estiércol acumulado se deposite sobre una base de plásticos y que no se deje directamente sobre el suelo. Asimismo, también debe guardarse una distancia de separación con acuíferos. En la zona de depósito se debe hacer un estudio específico, viendo cuáles son los posibles factores que pueden influir en que se produzca contaminación para hacer especial incidencia en aquellos que tengan mayor peso.
Varios patateros consultados reconocieron ese malestar y preocupación, aunque los responsables de la agrupación de patateros prefirieron de momento no hacer valoraciones. Una de las claves sobre estos depósitos de residuos es que pueda haber riesgo de escorrentías. El profesional deberá comprobar si las pendientes son elevadas, cuáles son las características del suelo, en especial su permeabilidad, y las características climáticas del lugar.
Tanto la asociación de patateros como Adegal (Asociación de Empresarios Agrícolas de A Limia) han reiterado en las últimas semanas que los ganaderos y agricultores antelanos no son los culpables de la contaminación del río Limia ni de la reiterada presencia de cianobacterias en el embalse de As Conchas. Algunos de estos trabajadores aseguran que es muy difícil evitar escorrentías por la gran cantidad de lluvias registradas durante determinadas épocas.
Las sanciones de la CHMS llegan en un año en el que la nueva normativa sobre esparcimiento de purines se ha endurecido. Han quedado prohibidos algunos sistemas de aspersión, como el de cañón. Los profesionales del campo se quejan de que cada vez son mayores los requisitos legales, las tasas impositivas y las multas de la Administración, mientras no se concretan demandas históricas del sector como el plan de regadío.
El cierre hace años de la única planta gallega de tratamiento de purines, en Sarreaus, engrandeció el problema de tratamiento de residuos agrícolas y abonos en tierras antelanas. La comarca de A Limia produce de media 120 millones de kilos anuales de patata y más de 60 de cereal (trigo y centeno).
Fuente: texto e imagen de La Voz de Galicia