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The New York Times, Science, Nature, la Nasa y la PNAS han publicado a lo largo de este mes una serie de artículos que vienen a sugerir que las estimaciones científicas de los efectos del calentamiento del planeta eran demasiado conservadoras y los océanos se están calentando mucho más rápido de lo que se preveía. El divulgador ambiental y licenciado en Ciencias Ambientales Andreu Escrivà acerca, con un lenguaje sencillo, las consecuencias más claras del calentamiento de la Tierra a sus lectores mediante su cuenta de Twitter.

Un científico repara un dispositivo GPS el verano pasado cerca del glaciar Helheim de Groenlandia. Imagen de The New York Times

El calentamiento del planeta hace que por un lado aumente la temperatura de los océanos y, por otro, que se derritan las capas de hielo, lo que a su vez provoca el aumento del nivel del mar. Pese a ser un tema vital para nuestro modo de vida, los expertos llevan tanto tiempo alertando de los problemas del calentamiento global que nos hemos acostumbrado a vivir con esta amenaza. Pero el artículo que The New York Times publicaba esta semana sobre la aceleración en el deshielo de Groenlandia advierte sobre la aproximación al punto de no retorno.

El diario neoyorquino publicó el pasado lunes un artículo muy extenso que llamaba a la reflexión: los científicos alertan de que el deshielo de Groenlandia se acerca a un punto de inflexión. "Se ha llegado, según las investigadoras, a un punto de extraordinaria sensibilidad, en el que cualquier modificación produce una respuesta enorme. Los ciclos fríos sólo consiguen detener el deshielo, pero no recuperar lo perdido", explica el ambientólogo Andreu Escrivà en su hilo de Twitter. Lo que ponen de relieve los últimos estudios es que "un grado de calentamiento futuro tendrá mucho más impacto que un grado de calentamiento en el pasado" y que, una vez se pase de estado líquido a gas, no habrá vuelta atrás.

"En el momento en el que Groenlandia llegue a sus “100 ºC” -es decir, se produzca un cambio de estado al pasar un umbral, y éste sea irreversible- estamos jodidos. Si se derritiese todo el hielo el nivel del mar subiría 7 metros. No queda ni una playa de las que conocéis. Ni una"

El divulgador ambiental especializado en cambio climático Andreu Escrivà alerta en Twitter sobre el estudio

El artículo de The New York Times señala que hay señales muy convincentes de que nos estamos aproximando a un umbral de aceleración y sin retorno del deshielo de Groenlandia. "Si empieza, es muy difícil revertirlo (no podemos enfriar el planeta, sólo aspirar a ralentizar su calentamiento)", apunta Escrivà y hace un paralelismo cotidiano: "No tenemos una máquina mágica para enfriar ni el planeta ni Groenlandia (¿no os habéis preguntado por qué hay tantas formas de calentar rápido un líquido para haceros una infusión y tan pocas de enfriar rápido esa cerveza calentorra que se os olvidó meter en la nevera?)".

Por otro lado, un estudio muy extenso de Science publicado este mes asegura que el calentamiento de los océanos se está acelerando y está yendo más rápido de lo que se pensaba. Del mismo modo, según Nature, las pérdidas de la capa de hielo de Groenlandia han alcanzado su tasa más rápida en 350 años.

Groenlandia está perdiendo alrededor de 300 gigatoneladas de hielo al año. Teniendo en cuenta que gigatonelada de hielo es un cubo de un 1km x 1km x 1km, es fácil hacerse una idea de la magnitud del problema. En este vídeo de la NASA se hace una comparativa con el Empire State:

En el hemisferio sur, la situación es similar. Una investigación muy completa sobre la la capa de hielo de la Antártida desde 1979 hasta 2017, concluye que allí también se está aceleando el proceso: la tasa deshielo se ha triplicado desde 2007.

 

Fuente: SER