Es preocupante la cantidad de minas que existen y los restos que aún quedan de explosivos de guerra. Por ello hay una necesidad creciente de convencer a los países afectados de que se abstengan de crear nuevas minas. Cada 4 de Abril se celebra el día Internacional de información sobre el peligro de las minas antipersona y de asistencia para las actividades relativas a las minas antipersona. Este día viene de la preocupación por la presencia de minas y restos explosivos que tienen consecuencias sociales, económicas y de seguridad graves para las zonas afectadas, la salud y la vida de las personas.
Desde que se aprobó la Convención sobre la prohibición del empleo, almacenamiento, producción y transferencia de minas antipersona y sobre su destrucción. 156 países apoyan esta iniciativa y se han adherido a la convención. Desde que se aprobó se han destruido más de 41 millones de minas antipersona almacenadas y se ha reducido drásticamente la producción, venta y transferencia de minas.
El Servicio de las Naciones Unidas de Actividades Relativas a las Minas (UNMAS) se encarga de las necesidades de las personas afectadas por las minas. Tiene como objetivo salvar vidas, facilitar las misiones de las Naciones Unidas, facilitar la distribución de asistencia sanitaria, proteger a los civiles, apoyar a los refugiados, procurar que se lleven a cabo tareas humanitarias y de recuperación, defender el derecho internacional humanitario y los derechos humanos.
El UNMAS es un servicio que coordina los equipos necesarios para despejar de explosivos las carreteras, pistas de aterrizaje, bloquear las zonas donde hay esos artefactos y capacitar a la población local para desminar y eliminar los explosivos.
Aunque las minas causan una gran cantidad de muertes, existen diferentes artefactos que causan si cabe más muertes. En Afganistán la cifra de muertes causadas por las bombas que no han detonado, granadas, armas, artefactos improvisados y la munición sin seguridad, es diez veces superior a las muertes por la explosión de minas. En este sentido en 2006 se aprobó el Protocolo sobre los Restos Explosivos de Guerra y en 2008 la Convención sobre Municiones en Racimo.
El Secretario General, en su mensaje de 2017, instó a todos los Estados Miembros a “mantener esta cuestión como prioridad de la agenda internacional en las negociaciones de paz, en las actuaciones para prevenir los daños durante los conflictos y en el despliegue de las respuestas humanitarias de emergencia en zonas de guerra”.
Es necesario convencer a los países afectados por las minas de que se abstengan de poner nuevas minas para asegurar la eficacia y la eficiencia de la remoción de minas. En este aspecto, en varios países de las Naciones Unidas se han desarrollado actividades relacionadas con las minas antipersona para mantener la paz.