Además de contaminantes en los ambientes marinos, ampliamente discutidos, los microplásticos agregados intencionalmente pueden ser un dolor de cabeza más para el medio ambiente terrestre y el agua dulce. De acuerdo con la evaluación de la ECHA (Agencia Europea de Sustancias Químicas), es más probable que los microplásticos que se agregan a los productos se liberen y se acumulen en ambientes terrestres y de agua dulce en lugar de los océanos, a través del uso como fertilizante de los lodos de depuración en los suelos agrícolas de muchos Estados miembros.
“Hemos identificado diversas fuentes de microplásticos para el medio ambiente a partir de usos intencionales en cosméticos, detergentes, otros productos para el hogar, pinturas y usos agrícolas, entre otros. Muchos de estos microplásticos se vierten por el desagüe en el punto de uso. Debido a la forma en que se tratan las aguas residuales en la UE, estos microplásticos generalmente no se liberan directamente a los ambientes acuáticos, si no que se concentran en lodos de aguas residuales que se aplican con frecuencia a los suelos agrícolas como fertilizante en muchos Estados miembros. También hay usos directos de microplásticos en fertilizantes y productos para la protección de plantas”
Peter Simpson, Director Científico de la ECHA en la conferencia MICRO 2018 Fate and Impact of Microplastics, Lanzarote, España
La Comisión ha pedido a la ECHA que investigue si estaría justificada una restricción a nivel de la UE para microplásticos agregados intencionalmente. La ECHA está evaluando los riesgos que los microplásticos podrían suponer para el medio ambiente una vez que se liberen, y abordarán específicamente su extrema persistencia en el medio ambiente y la dificultad de eliminarlos una vez que estén allí.
“Una vez liberados (los microplásticos), pueden ser extremadamente persistentes en el medio ambiente y algunos tienen vidas medias estimadas en miles de años. Esto significa que su acumulación en tierras agrícolas es una preocupación porque actualmente no podemos evaluar los riesgos para el medio ambiente que resultan de tal acumulación y exposición a largo plazo"
Peter Simpson muestra su preocupación por la persistencia de estos elementos
Para reducir los residuos plásticos, la Comisión Europea puso en marcha una estrategia sobre los plásticos y ha presentado una propuesta de directiva sobre la reducción del impacto de ciertos productos de plástico en el medio ambiente. La ECHA espera finalizar su propuesta de restricción sobre microplásticos a principios de 2019, la toma de opinión en los comités científicos de la ECHA (Comité para la Evaluación de Riesgos (RAC) y Comité para el Análisis Socioeconómico (SEAC)) lleva aproximadamente 14 meses y, por lo tanto, la opinión de los Comités deben enviarse a la Comisión alrededor de abril de 2020.
Los microplásticos son partículas muy pequeñas de material plástico (su tamaño suele ser inferior a 5 mm). Pueden formarse involuntariamente mediante el desgaste de piezas de plástico más grandes, como los textiles sintéticos. También pueden fabricarse y añadirse deliberadamente a los productos con un fin específico. Una vez liberados al medio ambiente, pueden ser acumulados por animales, incluidos peces y mariscos y, en consecuencia, consumidos como alimentos.
Las partículas microplásticas añadidas deliberadamente se utilizan en una serie de productos comercializados en el mercado de la UE, como determinados cosméticos, productos de cuidado personal, detergentes, productos de limpieza, pinturas, productos utilizados en la industria del petróleo y del gas, y como medios para el granallado.
En los productos de consumo, las partículas microplásticas se conocen mejor como agentes abrasivos (por ejemplo, agentes exfoliantes y suavizantes en cosméticos conocidos como microesferas), pero también pueden tener otras funciones, como controlar la viscosidad (espesor), el aspecto y la estabilidad de un producto. Además, la ECHA también está estudiando productos que liberan microplásticos deliberadamente en el contexto de su función, por ejemplo, perlados de nutrientes utilizados en la agricultura.
Fuente: ECHA y Fundación para la Economía Circular