Según la última encuesta de ING Consumer Research, que analiza el gasto y la gestión de las finanzas personales en siete países europeos, la mayoría de los españoles (72%) ha mejorado la eficiencia energética de su hogar en los últimos tres años para hacer frente a la subida de precios de la energía.
Mientras, el 24 % de los encuestados han apostado por un consumo energético más responsable motivados por su compromiso con el medio ambiente. Según el estudio, las medidas más populares para conseguirlo son la reducción del uso de dispositivos electrónicos (42 %) y la mejora del aislamiento térmico (29 %), seguidas de la instalación de nuevos sistemas de calefacción (15 %) y la instalación de placas solares (10 %). Además, destaca que el 44 % de los propietarios españoles que han invertido en medidas de eficiencia asegura que estaría dispuesto a invertir más si el ahorro a corto plazo estuviese garantizado.
En cuanto a los propietarios que no han aplicado medidas en los últimos tres años, más de la mitad (55 %) dice no haberlo hecho porque considera que el coste de la renovación es demasiado elevado. En este sentido, un 30 % admite que lo haría si hubiese ayudas públicas que cubrieran la totalidad de la inversión.
Por otro lado, el estudio realizado por ING muestra que solo un cuarto de los europeos encuestados está al tanto del objetivo de la Unión Europea de que todos los edificios alcancen una puntuación energética A para 2050. Una cifra compartida en España, ya que solo el 26 % de los españoles conoce ese objetivo. Sin embargo, entre los que conocen esta iniciativa, hay casi un 30 % que no cree que sea factible, principalmente por el elevado coste que deberían asumir los propietarios para realizar las reformas necesarias. En este sentido, en España el 46 % cree que el Gobierno debería obligar a reformar las viviendas para mejorar la eficiencia energética.
El 18 % de los encuestados en régimen de alquiler en España asegura que ha reducido el uso de dispositivos eléctricos en los últimos tres años, a pesar de que la mayoría de los arrendatarios no ha aplicado ninguna medida para mejorar la eficiencia energética de sus casas en este periodo.
En el actual contexto de inflación, los datos muestran que el 37 % de caseros que sí han realizado cambios en sus propiedades para fomentar un consumo energético más sostenible, no han actualizado el precio del alquiler a sus inquilinos. En este sentido, una cuarta parte de los arrendadores españoles asegura que su consumo energético es más eficiente, pero pagan lo mismo o más, y más de la mitad dice que les gustaría que su casero llevara a cabo medidas de eficiencia energética, pero sólo si el ahorro en costes energéticos compensa el aumento del alquiler.
La encuesta de ING muestra que el 70 % de los españoles es propietario o copropietario de una vivienda y confirma que en España existen más personas con hipotecas (40 %) que en régimen de alquiler (17 %). Según los datos, la situación económica ha obligado a hacer un importante esfuerzo a los españoles para afrontar el pago de sus rentas: un 50 % de los encuestados en España invierte hasta un tercio de su sueldo mensual en pagar su hipoteca o alquiler, frente al 40 % de los europeos que afirman lo mismo.
Solo el 25 % de los españoles prefiere alquilar que comprar la casa en la que vive, pero el 60 % cree que la vivienda en España no es asequible para la mayoría de los ciudadanos. La mitad de los que viven de alquiler admite que lo hace debido a que no puede permitirse comprar una vivienda, mientras que la segunda razón más común es la preferencia por tener la posibilidad de mudarse y no atarse a un lugar (17 %), seguida del 12 % que evita compromisos financieros a largo plazo, el 11 % que no tiene certeza sobre sus planes de futuro y el 5 % que sí puede comprar una casa, pero no en la ciudad o zona en la que le gustaría vivir.
En este contexto, siete de cada diez encuestados en nuestro país prevé que el precio de la vivienda crezca en los próximos doce meses, en línea con el dato europeo. Además, el 80 % de la población española considera que adquirir una vivienda en propiedad será mucho más complicado para los jóvenes en los próximos tres años, opinión también reflejada en los resultados europeos de la encuesta (76 %).