Tal y como os contábamos el mes pasado, el Acuerdo de París sobre Cambio Climático entró en vigor el viernes, 30 días después de que la Unión Europea hiciera entrega de los documentos de adhesión. El Acuerdo de París pretende sustituir y sobrepasar notablemente los objetivos marcados por el Protocolo de Kioto, estableciendo un objetivo a largo plazo de mantener el aumento de la temperatura mundial muy por debajo de los 2 ºC en relación con los niveles preindustriales.
Mediante la firma del Acuerdo de París, las Partes se comprometieron a que, a partir del año 2023, realizarán un balance mundial cada cinco años, que permita adaptar sus actuaciones al progreso científico de cada momento, garantizando el seguimiento de procesos tendentes a la reducción de las emisiones a la atmósfera.
El Acuerdo de París es plenamente conforme con los objetivos ambientales que se propone la Unión Europea a partir de los artículos 191 y 192 del Tratado de Funcionamiento; pretende básicamente avanzar rápido y con seguridad en la conservación, protección y mejora de la calidad del medio ambiente, de la salud de las personas y, en particular y especialmente, en la lucha contra el cambio climático.
El 22 de abril de este año, la Unión Europea se sumó al contenido del Acuerdo y lo firmó, pero es ahora, mediante la Decisión (UE) 2016/1841 del Consejo de 5 de octubre de 2016 cuando aprueba y ratifica expresamente el texto y lo traslada al Derecho comunitario, entrando en vigor 30 días después.
En el texto de esta aprobación, la Unión Europea insta a los Estados miembros a que adopten las medidas necesarias para depositar sus instrumentos de ratificación lo antes posible con el fin de avanzar, cuanto antes, en el alcance de los objetivos propuestos y plantar cara de una manera eficaz al cambio climático en el continente.
Reunión en Marrakech
Esta semana, y hasta el 18 de noviembre, la comunidad internacional se reunirá en Marrakech en la cumbre anual sobre cambio climático con el objetivo de avanzar en los detalles de la implementación de lo pactado en París. En 2018, tendrá lugar la primera revisión de las contribuciones de los países a la reducción de las emisiones, que luego podrán actualizarse periódicamente si se considera necesaria más ambición.
Fuente: modificado de Actualidad Jurídica Ambiental y EFE Verde.