El frigorífico que tiró un joven almeriense por un barranco y que luego se vio obligado a recoger está ahora en una planta de reciclaje de eRecycling. En esta planta, del grupo Global París, se han tratado los otros electrodomésticos de la empresa responsable, los cuales se consideran residuos peligrosos y estaban almacenados sin las condiciones adecuadas. Un frigorífico no tratado contamina como un coche que hace 16.000 km.
El proceso se reciclaje de estos aparatos de frío consiste en el desmontaje manual de los accesorios, a continuación, se realiza mediante un sistema de vacío y estanco, la extracción de residuos peligrosos como son el aceite y el gas refrigerante que se almacenan en el circuito y compresor del aparato. Seguidamente se extrae el compresor y se introduce el frigorífico en la planta de atmósfera inerte, mediante la cual se separan los gases peligrosos de las espumas que componen el frigorífico. Por último, se realiza la separación entre residuos no peligrosos y los que sí lo son. Gracias al reciclado de estos aparatos, es posible la fabricación de nuevos frigoríficos, evitando así el coste medioambiental que supone fabricar con materias primas que no son reutilizadas.
Fuente: La Verdad