Rico en biodiversidad, reservas de agua dulce, extensas costas y bosques preservados, Brasil tiene varios destinos enfocados al ecoturismo. Entre ellos, Mamirauá y Bonito destacan por premios internacionales de turismo sostenible y utilizar el turismo como herramienta para el desarrollo sostenible.
Además de generar empleo e ingresos, el turismo fomenta la inclusión, promueve la valoración sociocultural y la mejora de la sostenibilidad, al conciliar desarrollo y preservación.
El compromiso con nuestro planeta Tierra ha crecido enormemente entre la sociedad últimamente. Ahora, cuando adquirimos un electrodoméstico, la eficiencia energética es un factor clave en el momento de compra; intentamos que nuestros dispositivos tecnológicos tengan una vida lo más larga posible... y aunque las grandes urbes siguen siendo las grandes visitadas por los turistas – Hong Kong, Londres, Dubai o Nueva York son algunas de las ciudades más visitadas del mundo en 2019, según el ranking de Euromonitor International-, cada vez son más los viajeros que prefieren buscar experiencias únicas en entornos naturales y responsables con el medio ambiente. Y en cuanto a paisajes naturales increíbles, Brasil tiene una oferta inigualable.
Desde la Agencia Brasileña para la Promoción Internacional del Turismo, Embratur, se ha potenciado el turismo sostenible en el país, tanto a nivel medioambiental como social. “Hemos visto cómo las preferencias de los turistas han cambiado a lo largo de los últimos 10 años. Los viajeros extranjeros y nacionales están cada vez más dispuestos a pagar por experiencias un poco más caras si son más responsables con el entorno y que contribuyan a mitigar el efecto del calentamiento global. En 2019, el ecoturismo representó alrededor del 39% de la preferencia como principal motivación de los turistas españoles que visitaron Brasil. En nuestro 55 aniversario hemos querido tomar un rol más activo en potenciar viajes beneficiosos a largo plazo y este va a ser uno de nuestros ejes en la estrategia de crecimiento de turismo internacional para el 2022”, asegura Carlos Brito, presidente de Embratur.
El país presenta una de las mejores opciones para aquellos que buscan un turismo más “verde”. No en vano, Brasil fue destacado el año pasado como uno de los países que más contribuyen al “turismo sostenible” por la Organización Mundial del Turismo (OMT), en un informe elaborado en colaboración con el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (CMTV) para el G-20.
Bonito, en Mato Grosso do Sul, es uno de los principales destinos de ecoturismo y turismo de aventura en Brasil. El lugar merece su nombre, ‘hermoso’. Es un verdadero paraíso, con ríos de aguas cristalinas y peces de colores que contrastan con los verdes profundos de la vegetación nativa. Ubicada en el Cerro Bodoquena, la ciudad se encuentra a 300 km de la capital del estado, Campo Grande, y cuenta con buenas vías de acceso.
El destino cuenta con varias opciones: desde sumergirse en aventuras submarinas, explorar senderos o escalar, rafting, hasta flotar en pequeños lagos naturales o practicar buceo. El destino fue galardonado como el mejor destino de turismo responsable del mundo por los premios World Responsible Tourism Awards durante World Travel Market (WTM) en 2013. En Bonito, atractivos como el Lago Azul y las Cuevas de Mimoso, el Acuario Natural y el Río Sucuri son notorios por su belleza y te brindarán tranquilidad y contacto con la naturaleza.
Todo en Mamirauá gira en torno a la naturaleza: la estructura turística, el sustento de los habitantes y la economía local. La Reserva Mamirauá tiene el área de humedales más grande de todos los bosques del mundo, y el paisaje cambia drásticamente a lo largo del año.
Mamirauá fue creada como Reserva de Desarrollo Sostenible en 1996, siendo la primera en ser implementada en Brasil. Como reserva, desarrolla un modelo de participación comunitaria que busca preservar la biodiversidad y mejorar las condiciones de vida de las personas que habitan la región. La experiencia de turismo sostenible en la reserva fue reconocida por el informe elaborado por la Organización Mundial del Turismo (OMT), elaborado en colaboración con el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (CMTV) para el G-20.
El turismo en la reserva es lo que se llama "turismo comunitario". A diferencia de las simples asociaciones con las comunidades locales necesitadas, que a menudo no tienen un beneficio duradero para estas familias, el turismo en Mamirauá está totalmente dedicado al desarrollo sostenible de la región y su gente. El mejor ejemplo se encuentra en el Uakari Lodge, un hermoso sitio de bungalows flotantes administrados por el organismo de investigación del Instituto Mamirauá en conjunto con las comunidades fluviales locales.