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BBVA y Santander se posicionan para aprovechar el filón del crédito verde, un segmento de negocio aún incipiente, pero que está creciendo a tasas exponenciales y que se prevé que vaya a más como consecuencia de los consensos globales alcanzados para transitar hacia una economía sostenible. Los dos grandes bancos, con una actividad en este campo que hasta ahora se enfocaba en el ámbito corporativo y de grandes empresas, han dado el salto en las últimas semanas al mundo de los particulares.

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BBVA acaba de lanzar un crédito para la compra de vehículos híbridos y eléctricos. El producto, dirigido principalmente a particulares y autónomos, tiene un importe máximo de 75.000 euros, con un plazo de amortización de ocho años y un tipo de interés del 5,13% (TAE) sin comisión de apertura. El banco aspira a que sus principales productos tengan una versión sostenible en España a lo largo de 2020. La política de precios de las dos tipologías de producto no muestra actualmente significativas divergencias, pero BBVA prevé que la brecha a favor de los productos sostenibles se irá manifestando en función del interés que vayan mostrando las entidades por posicionarse en este segmento de negocio.

Santander, por su parte, también ha sacado al mercado en las últimas semanas un préstamo para la adquisición de vehículos híbridos y eléctricos. Se concede a un plazo máximo de ocho años con un saldo tope de 90.000 euros. Tiene una comisión de apertura del 1,5% y un tipo del 5,53% (TAE).

A su vez, el grupo, dentro de su nueva oferta hipotecaria, bonificará en 10 puntos básicos el tipo de interés de los créditos para viviendas sostenibles. A ello se suma la reciente vinculación de Openbank, su banco digital, con el nuevo campeonato mundial de motos eléctricas, MotoE. «Las personas que van a seguir la competición están inclinadas a la innovación y la sostenibilidad. Sin duda, son el futuro, son early adopters, en línea con nuestra base de clientes», indicó hace dos semanas Ezequiel Szafir, consejero delegado de Openbank, al presentar el proyecto.

Concienciación

También BBVA ha dado un paso adelante en materia inmobiliaria. El banco ha lanzado un nuevo préstamo para financiar la promoción de viviendas con consumo energético casi nulo y lo ha llevado al cliente final. Así, los compradores podrán beneficiarse de una bonificación en el diferencial de su hipoteca cuando financien la adquisición a través de la nueva línea de préstamo verde del banco. «BBVA considera importante que sean los consumidores quienes finalmente obtengan esta bonificación, porque es una forma muy efectiva de concienciar sobre la importancia del cuidado del medio ambiente», explica la entidad.

En esta senda que han iniciado BBVA y Santander de llevar los préstamos verdes a particulares, también hay estrategias híbridas y CaixaBank ha sido pionero en ellas. La entidad se ha aliado con el Banco Europeo de Inversiones para facilitar hasta 30 millones de euros en financiación destinada a mitigar el cambio climático y cubrirá con este dinero iniciativas tanto de empresas, como de pymes, autónomos y particulares.

El límite de crédito es de 12,5 millones de euros para pymes y particulares y de 25 millones de euros para empresas de tamaño medio. El plazo de amortización es entre dos y ocho años, con la posibilidad de activar una carencia de 12 meses, y cualquier actuación favorable al clima entra en la categoría de financiable, desde la rehabilitación de edificios hasta la adquisición de vehículos eléctricos.

Con estos lanzamientos, la banca abre el abanico de destinatarios potenciales de productos verdes, que hasta ahora estaban concentrados en las empresas, sobre todo a través de bonos y de préstamos verdes, aunque en los últimos meses el rango ha comenzado a incluir instrumentos como los avales.

En ese campo, BBVA y Santander son referencia en España y en el mundo como impulsores de financiación sostenible, tanto en su faceta de colocadores de deuda como de prestamistas. La emisión de bonos verdes se lleva el mayor volumen. En España la cifra de colocaciones es récord en lo que va de 2019, con 5.750 millones de euros vendidos. Telefónica, Iberdrola o Adif están entre los protagonistas y todos ellos han contado con BBVA y Santander entre los bancos contratados para sacar adelante las operaciones.

BBVA también es el único banco español que se ha lanzado no solo a colocar bonos verdes para terceros, sino los suyos propios. Lleva dos emisiones por 2.000 millones, la primera en 2018 y la segunda hace pocos días.

Todos los fondos recaudados con bonos verdes están destinados a financiar proyectos que tengan un componente sostenible o social. Idéntico cometido tienen los préstamos verdes, en los que Iberdrola, Red Eléctrica o Mapfre han hecho ya incursiones. Por ahora, sin embargo, el volumen de préstamos es inferior al de bonos aunque se sumen las líneas de crédito verdes, en las que las empresas pueden reducir el diferencial que pagan si avanzan en sostenibilidad y mejoran su ráting verde.

Las cifras sostenibles en Europa y en el mundo también están en niveles máximos en lo que va de año. Las emisiones de bonos medioambientales o sociales en el Viejo Continente fueron récord en el arranque de año para un primer trimestre, con 42.000 millones de euros colocados, según los datos de Moody's. En el globo, la cifra va por los 95.300 millones de dólares (casi 84.200 millones de euros) hasta mediados de junio, aunque el recuento es de la organización Climate Bonds Initiative y solo tiene en consideración los bonos estrictamente verdes, lo que elimina del cómputo las emisiones sostenibles de otras categorías, como las sociales.

Para el conjunto del año, la previsión de este organismo es que el volumen llegue a los 250.000 millones de dólares, lo que supondrá un crecimiento del 50% con respecto a 2018.

Fuente: Expansión

 

 
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