cat noticias

Esta es una de las incógnitas que pretende resolver el proyecto Life Blue Natura, que inicia después del verano las prospecciones para extraer y analizar los valores de este recurso, el carbono azul, que se revela como vital para las futuras políticas de conservación en Andalucía. Durante la pasada semana se reunieron los distintos socios del proyecto con los responsables de los espacios protegidos de las zonas de actuación para decidir en qué zonas se deben hacer los muestreos. Las reuniones y visitas de campo reflejan el interés y posibilidades que va a desvelar este proyecto.

En concreto, las praderas de fanerógamas marinas y las marismas de marea son objeto de estudio para definir la tasa de fijación y capacidad, como reservorios de carbono atmosférico, que presentan estos ecosistemas, reconocidos como dos de los principales depósitos de carbono del medio costero. Pero el cálculo no es tan sencillo: por ejemplo, en el caso de las praderas de Posidonia oceanica, el mediterráneo andaluz es una zona dinámica y diversa en sus condiciones, por la influencia atlántica; esto supone que las praderas varíen notablemente desde el levante almeriense, donde las praderas son extensas y frondosas, hasta las zonas someras de Málaga, con pequeños y densos rodales.

Esto hace la pregunta inicial más compleja de responder: ¿cuánto tiempo tienen estas praderas? ¿acumulan anualmente el mismo carbono? ¿y qué pasa a diferentes profundidades? ¿qué hay donde se supone que antes había praderas? ¿y donde están creciendo actualmente?. Estas repuestas son vitales para poder ofrecer datos reales sobre el stock total de carbono acumulado. El mismo procedimiento se aplica a los otros sistemas objeto de estudio: las marismas de marea, bien conservadas pero con una enorme variabilidad interna, debido a su dinámica fluvial y/o marina y las diferentes modificaciones a las que han sido sometidas.

Teniendo en cuenta todo esto, la planificación del estudio, integrado en una de las diferentes acciones del proyecto que realiza el Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC) se complica, y precisa la cooperación de todos los integrantes del proyecto y los técnicos y responsables de la administración que tengan información fiable sobre los ambientes de muestreo. Por eso, la reunión ha contado con los técnicos del Programa de Gestión Sostenible del Medio Marino de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio de la Junta de Andalucía, los responsables del Organismo investigador CEAB-CSIC, los responsables del Paraje Natural Marismas del Odiel y del Parque Natural Bahía de Cádiz, y la directora y coordinadora del proyecto. Se han analizado los puntos de muestreo para Posidonia (con la información levantada por el equipo técnico de la CMAYOT) y se han programado las zonas de muestreo de las demás fanerógamas y los sistemas de marisma: tres días de mesas de trabajo y visitas de campo que han identificado las mejores estaciones a lo largo de la costa y que representen las distintas tipologías definidas, para poder estimar cómo funciona la dinámica de fijación de carbono en estos sistemas y valorizar el servicio ecosistémico que representan.

La dinámica de las marismas de marea, según indica Miguel Ángel Mateo, del Centro de Estudios Avanzados de Blanes (CEAB-CSIC) y responsable científico del proyecto, “...los convierten posiblemente en los mayores reservorios de carbono azul del planeta”. Teniendo en cuenta la extensión que de estos sistemas presenta Andalucía en la zona Atlántica, los resultados del estudio podrían elevar el carbono retenido en la región a niveles considerables.

El llamado carbono azul es el carbono que ha sido retirado de la atmósfera por las plantas de estos ecosistemas a través del CO2 por el proceso de la fotosíntesis, y que es retenido en el sedimento que se acumula en el fondo de las marismas y praderas, así como el retenido por la propia estructura de la vegetación. En el caso de las praderas de Posidonia, organismos muy longevos, van acumulando todo un sistema de raíces y sustrato rico en materia orgánica durante miles de años.

En otoño de 2016 comenzarán los muestreos que desarrollará el Grupo de Angiospermas Marinas del CEAB-CSIC, junto a los técnicos del Programa de Gestión sostenible de Medio Marino de la Junta de Andalucía. El socio Hombre y Territorio que también asistió a las reuniones, tiene el encargo de integrar en las campañas de voluntariado previstas para esas fechas algunas jornadas especificas para la formación de los voluntarios que participarán de nuevo en el programa de seguimiento de Posidonia oceanica del mediterráneo andaluz POSIMED, trabajos que también se incluyen como parte de acciones preparatorias del proyecto.

Durante esta primera fase se tomarán muestras de sustrato en las praderas de Posidonia de Almería, Granada y Málaga y en las marismas del Paraje Natural Marismas del Odiel y del Parque Natural Bahía de Cádiz. Esto permitirá planificar de forma eficiente la siguiente fase de muestreo, que se desarrollará en el verano de 2017 y que contará con la presencia del buque oceanográfico García del Cid, del Ministerio de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, que permitirá la toma de muestras bajo las praderas de Posidonia hasta los 6 metros de profundidad, si la pradera tuviera ese reservorio. Como un dato a tener en cuenta, y como apunta Miguel Ángel Mateo, “en las extracciones de sedimentos obtenidos con unos cilindros que se hunden en el sustrato, podemos tener una radiografía exacta de la edad y contenido de materia orgánica acumulada...por cada centímetro de sedimento estamos obteniendo un registro de unos 10 años.” Echen las cuentas...

Los análisis de estas muestras permitirán valorar el contenido, edad y valor de estos depósitos de Carbono Azul, que podrían jugar un papel clave en la mitigación del cambio climático, objetivo final del proyecto Life Blue Natura.

 

Fuente: Proyecto Life Blue Natura.

 

 
boletin sobre

Colegios Ambientales:

Colaboramos con: