Nacido en Puente Genil, este cordobés de 34 años es licenciado en Ciencias Ambientales y funcionario de carrera de la Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio. Es, además, director del Parque Natural de Las Lagunas del Sur desde marzo del 2012.

 

¿Cuál es la principal riqueza de las lagunas de Córdoba?

Son varios los aspectos que constituyen su importancia, ya que las lagunas actúan como un conjunto en el que cada pieza juega un papel clave, pero yo destacaría la singularidad de que se hayan conservado en plena campiña cordobesa unas masas de agua en tan buenas condiciones para ser la base de ecosistemas privilegiados, capaces de dar cobijo, incluso, a especies de aves acuáticas amenazadas como la malvasía cabeciblanca, la focha moruna, porrones pardos, garcillas cangrejeras, etcétera. Las lagunas del Sur de Córdoba albergan una elevada biodiversidad.

 

¿Son conocidos suficientemente estos espacios?

Por la población local sí son muy conocidas, ya que en municipios como Aguilar, Lucena, Puente Genil y Luque desde antaño se mantiene una coexistencia entre los habitantes del territorio y las lagunas. Quien más las conoce en profundidad son ornitólogos y amantes de la naturaleza venidos principalmente de toda Andalucía y del resto de España, puesto que conocer y disfrutar de toda la dinámica de estos humedales requiere paciencia y muchas horas de observación. Son también muchos los escolares de la provincia que realizan excursiones cada año para conocerlas.

 

¿Cuántas visitas reciben?

El año pasado se contabilizaron casi 14.000 visitas entre todas las lagunas del sur de Córdoba, pero en años con abundantes precipitaciones como en el 2010 la cifra de visitas alcanzó las 22.400 personas, ya que los altos niveles de agua en las lagunas favorecen la presencia y reproducción de aves acuáticas, que es el principal atractivo para la ciudadanía, que en primavera puede ver bonitos cortejos de reproducción de distintas anátidas y en invierno contemplar ejemplares de latitudes más norteñas que acuden a nuestros humedales para usarlos como lugar de invernada.

 

¿Cuál es el principal riesgo para su conservación?

Hace unas décadas los mayores riesgos para estos humedales eran la caza indiscriminada, las extracciones y contaminación de sus aguas, etcétera, pero una vez controladas y reguladas por la administración, la principal amenaza que se cierne sobre las Lagunas del Sur de Córdoba es actualmente la colmatación o aterramiento debido a los arrastres de tierra en sus cuencas vertientes, por lo que se hace precisa la potenciación de una agricultura de conservación de suelo que permita evitar las pérdidas de suelo fértil de las parcelas agrícolas en la época de lluvias. Hay que recordar que en éstas zonas el 80% de las precipitaciones anuales se concentran en sólo tres o cuatro meses, con frecuentes episodios de lluvias torrenciales que provocan elevados índices de erosión. Otros riesgos menores son la presencia ocasional de especies exóticas invasoras (carpas, malvasías canelas o jamaicanas, etc), así como los episodios de botulismo y plumbismo, que hasta la fecha se han gestionado sin mayores consecuencias para el medio natural.

 

¿Son conscientes los agricultores de la importancia de su preservación?

En la mayoría de los casos sí, ya que es un colectivo que vive y convive con las lagunas, por lo que valoran estos humedales y los aprecian como algo propio, independientemente del interés particular que, lógicamente, tienen en obtener una adecuada rentabilidad de sus cultivos. En general, son sensibles y responsables en aspectos como las quemas de restos de poda en las inmediaciones de las lagunas, el empleo de productos fitosanitarios que no causen contaminación de las aguas, etcétera.