El 80 por ciento de los ciudadanos españoles quiere reducir urgentemente las emisiones del tráfico rodado. El 82 por ciento culpa al ruido, la contaminación atmosférica y otras cargas por los efectos sobre la salud, según los resultados de la encuesta "Kapsch TrafficCom Index 2020". Nuevos conceptos como el de ‘ciudad de 15 minutos’, que ya se han puesto en marcha en algunas ciudades europeas como París, marcan el camino para conseguir un aire más limpio y menos tráfico en el momento post-covid. Sin embargo, la calidad del aire todavía debe mejorar más por lo que es necesaria una gestión holística del tráfico.

Los efectos negativos del tráfico rodado han vuelto rápidamente a la agenda política después del confinamiento durante la crisis del coronavirus. Mientras que en España avanza gradualmente hacia la movilidad de emisiones cero, la alcaldesa de París, Anne Hidalgo, persigue una revolución de la planificación urbana con su concepto de la ‘ciudad de 15 minutos’: Los parisinos deben poder llegar a todo lo que necesitan para su día a día en quince minutos a pie o en bicicleta: tiendas de comestibles, centros de salud, escuelas, parques y lugares de trabajo. Para hacer esto posible, el primer paso de Hidalgo ha sido bloquear los ejes centrales de tráfico para los coches y convertirlos en autopistas para bicicletas.

Lo que podemos aprender de la ‘ciudad de 15 minutos’

"París ha logrado reaccionar rápidamente a la pandemia con un nuevo concepto de movilidad, facilitando el distanciamiento social de la población", señala Javier Aguirre, presidente de Kapsch TraffiCom para España y Portugal. "El concepto de ‘ciudad de 15 minutos’ persigue un buen objetivo, pero es un enfoque a muy largo plazo que precisa de mucho tiempo para su aplicación. Para mantener las emisiones relacionadas con el tráfico en los niveles actuales y reducirlas aún más en el futuro, ya están disponibles los sistemas de transporte inteligente. Permiten mejoras rápidas y, al mismo tiempo, sientan las bases para cambios flexibles a largo plazo".

La tecnología digital ofrece oportunidades

Muchas ciudades persiguen el objetivo de orientar las calles para bicicletas y peatones. "Pero si el tráfico principal sólo se desplaza a otros distritos de la ciudad, no hay ningún impacto significativo", explica Javier Aguirre. Por esta razón, recomienda introducir una gestión de movilidad conectada digitalmente.

Esto incluye, por ejemplo, sistemas de control de los semáforos que se adaptan automáticamente a la situación actual del tráfico. En las ciudades, esto reduciría los tiempos de congestión hasta en un 25 por ciento. El uso generalizado de las tarjetas SIM y del GPS de los vehículos, también permite obtener y utilizar datos de tráfico en tiempo real de los usuarios para gestionar la movilidad de forma inteligente.

"Para obtener éxito en su gestión, los políticos deberían trabajar para en desarrollar una estrategia que aproveche las oportunidades de la movilidad conectada digitalmente. En lugar de introducir prohibiciones de circulación para los automóviles, es más importante gestionar holísticamente y así mejorar a movilidad de las personas. Existen soluciones inteligentes para las ciudades que contribuyen a garantizar un aire más limpio y menos tráfico en el momento de post-coronavirus”.

 

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