La Fundación Biodiversidad, fundación pública del Gobierno de España, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, y Medio Rural y Marino, conmemoró el pasado 21 de Marzo el Día Forestal Mundial. En la primera jornada de la primavera boreal y en un año señalado como el Año Internacional de los Bosques, el árbol es el símbolo de una lucha sin descanso contra la erosión y el empobrecimiento de los suelos.
Porque los bosques dan la batalla decisiva a favor de la conservación de la biodiversidad, la explotación sostenible de los recursos y la salud de los ecosistemas, que contribuirá a mitigar el cambio climático.
Hasta la fecha, la Fundación ha contribuido a plantar y sembrar unos 400.000 ejemplares de especies arbóreas y arbustivas, en aproximadamente 700 hectáreas. A través del proyecto “Árboles, Custodia del Territorio y Voluntariado”, colabora con numerosas entidades para reducir los efectos del cambio climático y la degradación del medio ambiente, mediante la creación de sumideros de CO2 en forma de bosques. Con este proyecto se plantan especies arbóreas o arbustivas, preferentemente frondosas, autóctonas y certificadas, en colaboración con entidades ambientales y corporaciones locales.
A lo largo del año pasado, en el marco de este Programa, se ejecutaron 21 proyectos desarrollados por 19 entidades, en diversos puntos de la geografía española. Esto ha aportado al territorio cerca de 40.000 árboles nuevos, en un total de 300 hectáreas, con la ayuda de más de 4.300 voluntarios.
Hay, asimismo, otro tipo de actuaciones de la Fundación que tienen el árbol y los bosques como protagonistas. Entre ellas, cabe destacar la gestión forestal orientada a los nuevos aprovechamientos sostenibles de recursos naturales. Un camino que , en el marco del Programa empleaverde, fomenta la creación de empleo en los sectores forestal y agrícola, apoyando iniciativas de aprovechamiento de la biomasa como recurso energético y favoreciendo la eficiencia energética en las explotaciones agrarias, así como la producción de biomasa destinada a biocarburantes.
Porque una buena gestión forestal trata de conseguir un aprovechamiento sostenible de los recursos, lo que redunda en beneficios en cuanto a la promoción del empleo rural y la fijación de población.
Fuente: Fundación Biodiversidad