La "boina" contaminante que cubría el centro de Madrid obligó al Gobierno de Manuela Carmena a activar el escenario 3 del protocolo de anticontaminación la pasada semana, una medida que no tenía precedentes en España. La restricción afectó el pasado jueves a la circulación de los vehículos al 50% por la almendra central, entre otras medidas, que fueron efectivas casi de manera inmediata. Expertos señalan que la situación climatológica favorece esta situación, por lo que las medidas deberían ser más a largo plazo y con mayor amplitud de miras.
Después de dos días consecutivos superando el nivel de aviso de contaminación, es decir, cuando dos o más estaciones de medición rebasaron los 200 microgramos de NO2 por metro cúbico de aire durante dos horas consecutivas, se adoptaron las medidas correspondientes al escenario 3 del protocolo de anticontaminación. Este, además de prohibir la circulación a los vehículos con matrícula par el jueves, mantenía otros preceptos adoptados en días anteriores como el límite de velocidad a 70 kilómetros por hora en la M-30, la prohibición de aparcamiento en la almendra central y las recomendaciones continuas de uso del transporte público. Sin embargo, los vehículos de "cero emisiones", híbridos, propulsados con gas licuado, los de personas con movilidad reducida, coches de alta ocupación (tres o más ocupantes), las motos y los servicios especiales estaban exentos de cumplir esta normativa en vigor desde febrero de 2016 para adoptar durante episodios de alta contaminación.
¿Por qué tanta contaminación esta semana?
Pero, ¿cómo se explica esta situación en una semana atípica respecto al tráfico, días en que niños y muchos trabajadores se encuentran de vacaciones por Navidad? Laura Martín, directora de la Fundación Renovables, sigue atribuyendo el origen de esta boina que se cierne sobre Madrid “a la emisión de partículas a la atmósfera, principalmente por el tráfico, cuyo impacto en la contaminación se calcula en más del 60%, pero también por la industria y calefacción”, indica. No obstante, los factores climáticos se unen a estas causas, haciendo que las partículas se mantengan sobre nuestras cabezas. “Esta es la situación que tenemos ahora con un anticiclón que causa inversión térmica, es decir, que el aire más caliente se mantenga en las capas altas de la atmósfera y el frío abajo”, describe.
La portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), Ana Casals, en la misma línea, también incidió este miércoles en que precisamente las condiciones climatológicas tenían mucho que ver en los elevados niveles de polución. "Con la inversión térmica, las temperaturas están más altas en los niveles altos de la atmósfera que en los bajos, con lo cual hay una especie de tapadera y el aire frío se queda abajo. Es una situación de ventilación nula", indicó Casals.
Antonio Jesús Cendrero, Licenciado en Ciencias Ambientales, sintetiza y aclara que, a pesar de encontrarnos en una semana atípica y con “a priori” menores volúmenes de tráfico, la situación anticiclónica de inversión térmica supone una renovación nula del aire y por lo tanto una persistencia en las sustancias contaminantes. Es decir, “los aspectos meteorológicos son condicionantes en los niveles de contaminación, sin embargo no podemos actuar sobre ellos, mientras que sobre el tráfico sí se pueden tomar las medidas oportunas”, subraya el experto.
El fin de año trajo el Escenario 2
Los coches tendrían que haberse alternado en los siguientes días para entrar en la ciudad según la terminación de su matrícula si se hubiera mantenido el escenario 3. De haber seguido incrementándose el nivel de contaminación en las siguientes jornadas (hasta llegar o incluso superar los 400 microgramos de NO2 en dos estaciones), el Ayuntamiento podría haber declarado la fase 4 del protocolo, que implica también la restricción del 50% del tráfico en la M-30 y la prohibición de que los taxis circulen si van vacíos en la almendra central.
No obstante, según anunció el pasado jueves Inés Sabanés, delegada del área de Gobierno de Medioambiente y Movilidad, los datos de medición habían mejorado ligeramente, por lo que el viernes se reducía una fase y se aplicaba el escenario 2. Todos los vehículos podrían circular por el centro de Madrid, aunque los no residentes no podrían aparcar en las plazas y horario del Servicio de Estacionamiento Regulado (SER) en el interior de la M‐30 y seguiría en vigor el límite de velocidad.
No obstante, para este domingo, los niveles de contaminación en Madrid seguían siendo elevados y el Ayuntamiento mantenía el Escenario 2. Este escenario también conlleva la prohibición de aparcar, sin embargo, al ser domingo y no funcionar este servicio, el Ayuntamiento ha recomendado que se evite, en la medida de lo posible, aparcar en el centro de la ciudad. Para hoy lunes, el protocolo se desactiva.
Las personas que incumplan o hayan incumplido esta normativa municipal, salvo situaciones excepcionales, se enfrentan a multas de 90 euros, que quedarán reducidas a 45 por pronto pago, según explicó la directora de Control Ambiental, Paz Valiente.
Medidas efectivas pero insuficientes
La gran duda reside en si estas medidas son efectivas o no. Tal y como explica Laura Martín, de la Fundación Renovables, los ayuntamientos tienen la obligación de velar por la salud de sus ciudadanos, como exige la normativa de la Unión Europea. “Las medidas excepcionales hay que tomarlas cuando es necesario, como en el momento actual con los niveles de dióxido de nitrógeno disparados”, detalla. Y avisa: “Estas medidas no servirán si no se trabaja para prevenir que estos episodios se produzcan más a menudo con políticas decididas de movilidad sostenible, impulso al transporte público, peatonalización, fomento de la bicicleta y del vehículo eléctrico”.
En la misma línea, el ambientólogo Antonio Jesús Cendrero confía en las medidas adoptadas, aunque afirma que son temporales y no solucionan el problema. “Debido al actual panorama de cambio climático en el que nos encontramos, esta situación no va a ser aleatoria y cada vez se repetirá con más frecuencia. Por ello, debe ser fundamental la implantación de medidas más drásticas que ayuden a asegurar la sostenibilidad del futuro de nuestras ciudades.”
Así, los expertos acogen con cautela las medidas adoptadas. Si bien creen que son efectivas, porque se reduce prácticamente de inmediato la emisión de partículas a la atmósfera, su solución definitiva aún está lejos, ya que implica un cambio profundo en la forma de movernos por la ciudad. Un problema que no solo afecta a Madrid, sino también a otras muchas ciudades españolas y del mundo. El Defensor del Pueblo, por ejemplo, ha iniciado una actuación de oficio en A Coruña, Avilés, Barcelona, Bilbao, Ciudad Real, Granada, León, Murcia, Santander, Sevilla, Toledo, Valencia y Zaragoza para conocer las medidas que contemplan para atajar la contaminación atmosférica urbana.
“El asesino invisible”
La Agencia Europea del Medio Ambiente, en su último informe publicado el mes pasado sobre la calidad del aire, aseguraba que la contaminación produce 29.980 muertes prematuras en España. La Organización Mundial de la Salud (OMS), por su parte, califica al dióxido de nitrógeno como “el asesino invisible” en su última campaña de concienciación y, según sus cálculos, alrededor de un 11,6% de las muertes anuales en todo el planeta (6,5 millones) están asociadas de una forma u otra con la contaminación.
Los neumólogos confirman que ésta es perjudicial para la salud. Carmen Diego, de la Asociación Española de Neumología y Cirugía torácica, ha advertido que con estos niveles tan elevados aumenta el riesgo de enfermedades respiratorias, especialmente en los grupos de riesgo, como son los ancianos y los niños. Asimismo, “la contaminación también puede producir efectos a largo plazo sobre la población sana, como el asma, entre otras enfermedades cardiovasculares”, ha alertado. Por ello, aconseja hacer deporte, pero evitándolo en días en los que el tráfico rodado es muy intenso y cuando se suceden estos picos de polución.
Fuente: modificado de BolsaManía.