España ha tenido durante una década precios eléctricos por debajo de costes. El agujero suma 20.000 millones. Para taparlo, hay que pedir créditos, que hay que devolver con intereses. La mayoría de los 27 millones de usuarios de luz que hay en España no saben lo que es una titulización. Pero, si le dicen que en su recibo de la luz va a tener que pagar 1 euro al mes extra en intereses bancarios durante 15 años por culpa de ese tecnicismo, quizás, se pregunten por qué la factura eléctrica se ha convertido en una especie de hipoteca.
El problema empezó hace una década. Por decisiones políticas, los sucesivos gobiernos fueron fijando precios de la luz por debajo de costes. A las eléctricas, se les reconocía el derecho a cobrar la diferencia. Durante años, éstas cobraban con titulizaciones: créditos de los bancos cuyo principal, más intereses, se reembolsaba con pequeños recargos en la factura de la luz durante los 15 años siguientes. El sistema funcionó hasta 2008, cuando estalló la crisis financiera internacional.
Último escollo
El pasado año, el Gobierno decidió dotar de aval del Estado a esas titulizaciones para sacarlas a flote. Después de meses de retraso, las titulizaciones parece que se reactivarán de nuevo. El último escollo del Tesoro Público es la aprobación de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).
"Se espera que la CNMV apruebe hoy el folleto definitivo de la operación", dicen fuentes financieras. Al margen de que la próxima titulización sea inminente o espere unos días, la pregunta es: ¿qué significa para los usuarios?
Año tras año, la bola de nieve del déficit de tarifa fue creciendo. Se han generado 20.000 millones de desfase hasta 2009. Una parte ya se titulizó, se pagó a las eléctricas e, incluso, se amortizó a la banca. La mayor parte sigue pendiente y además sigue creciendo.
A las eléctricas (sobre todo, Endesa, Iberdrola y Gas Natural Fenosa), se les debe ahora mismo unos 14.000 millones, a lo que hay que sumar los nuevos desfases que se produzcan hasta 2013. La estimación más conservadora cifra en 20.000 millones el volumen de créditos que habrá que pedir a los bancos para compensar a las eléctricas. El Banco Central Europeo (BCE) ha dado una categoría 3 a las emisiones que haga el Tesoro por la deuda eléctrica. Sería el equivalente a las cédulas tradicionales de la banca.
No es deuda pública (máxima calificación), pero tampoco se considera una titulización pura y dura, aunque jurídicamente lo es. Esto le hubiera llevado a categoría 5, y posiblemente hubiera echado por tierra toda la financiación del déficit eléctrico.
Por no pagar en la última década lo que realmente cuesta la luz, en la práctica, los usuarios van a terminar pagando el principal de una hipoteca de 20.000 millones de euros, con sus respectivos intereses, mediante pequeños recargos durante la próxima década y media.
¿Cuánto sumarían los intereses? Si se toma como referencia el coste actual de bonos del Estado de entre 10 y 15 años (4%-5%), los intereses por esos 20.000 millones, con sucesivas refinanciaciones a lo largo de década y media, sumarían al menos 6.000 millones. Es decir, una media de 14 euros al año por usuario.
Tras la aprobación del folleto por la CNMV, "esperamos salir ya el miércoles con una emisión a plazos de entre 3 y 5 años y un importe de entre 2.000 y 3.000 millones de euros". Otra pregunta es en qué orden cobrarán las eléctricas. La Comisión de Energía ha establecido los porcentajes, en función del volumen que tiene pendiente cada una. Endesa cobrará el 52%, Iberdrola el 30% y Gas Natural Fenosa el 11%.
Fuente: Gea Soluciones Integrales.