Las tiendas de Riquirraque Emaús de Gijón, en la avenida del Llano, 51 y de Avilés, en la avenida Conde de Guadalhorce, 39, son los dos primeros establecimientos en Asturias que se adhieren a La Recuperadora, la marca colectiva lanzada en 2023 por AERESS, la Asociación España de Recuperadores de Economía Social y Solidaria.
Una marca que pretende dar una respuesta transparente y sostenible a la gestión de los residuos textiles desarrollada por las distintas entidades asociadas a su red, que recogen una media anual de 21.000 toneladas de textil desechado, 147 de ellas en Asturias.
Riquirraque Emaús es una entidad sin ánimo de lucro referente en Asturias en el ámbito de la inserción sociolaboral, formación para colectivos en riesgos de exclusión social y actividades ambientales.
La circularidad, clave para un futuro sostenible del sector de la moda
Anualmente se producen 100.000 millones de prendas en todo el mundo y alrededor de 92 millones de toneladas textiles abarrotan los vertederos, según un informe de la Global Fashion Agenda. En Asturias, se descartan cada año alrededor de 19.000 toneladas de ropa al año, con una huella ambiental elevada. Solo el 14,8% de estos residuos textiles se recogen selectivamente para su reutilización y reciclaje. El resto acaba en vertederos o plantas incineradoras.
Por eso, la circularidad es una de las claves de la hoja de ruta de un sector que ha de repensar todos los elementos que intervienen en la cadena, promover un uso racional de los recursos, un consumo consciente, la extensión de la vida útil de las prendas y, en su caso, la transformación del residuo textil no apto para la reutilización en nuevo material útil.
En torno al 20% de la población ya compra ropa de segunda mano. Esta opción está creciendo a un ritmo superior al del mercado de moda tradicional (15%) y la apertura de establecimientos, tanto online como físicos, es imparable. En 2023, el mercado creció un 33%, y supone casi el 5% de las ventas en el sector de la moda. Se calcula que su volumen de ventas duplicará al de la ‘fast fashion’ entre 2026 y 2030.
En este contexto es el que surge La Recuperadora, que “trata de reunir en una imagen única que transmita transparente la actividad de recuperación textil que realizan las entidades asociadas a nuestra red y que sea fácil de reconocer para el consumidor”. Además de promover la circularidad, estas tiendas de ropa de segunda mano, impulsadas por entidades sociales, se distinguen por su contribución a la inserción sociolaboral de personas en riesgo de exclusión.
“Las entidades que integran AERESS son pioneras en economía circular desde una perspectiva social, ya que se estima que se pueden llegar a generar 78 puestos de trabajo por cada 6.000 toneladas de textil gestionado y, además, consiguen ingresos económicos para financiar su proyecto social. Por tanto, alcanzan un triple impacto: son socialmente justas, ambientalmente respetuosas y económicamente sostenibles”, señala Natalia Castellanos, subdirectora de AERESS y coordinadora de La Recuperadora.
Consolidación de la iniciativa en 2024
El proyecto inicia 2024 con varios establecimientos asociados, los primeros en Madrid, Barcelona, Girona, Gijón y Avilés y Girona, y se prevén nuevas aperturas en otras ciudades como Murcia o Palma de Mallorca. “Estamos en un momento clave para impulsar como sociedad un consumo más sostenible, reduciendo el consumo de la conocida como ‘fast fashion’ y pasar a adquirir prendas usadas a las que dar una nueva oportunidad”, señala Natalia Castellanos.
Asimismo, destaca que las personas ya no solo compran de segunda mano por motivos relacionados con la ecología y el precio, sino que entran en juego más factores como alargar la vida de los productos. La Recuperadora reúne los valores e impactos sociales y ambientales de la recuperación de residuos realizadas por las distintas entidades pertenecientes a la red y, además, será una herramienta de comunicación y fortalecimiento y defensa del espacio de trabajo de las entidades recuperadoras de la economía social y solidaria.