El pasado 8 de marzo se celebró el Día Internacional por los Derechos de la Mujer, y desde el COAMB Catalunya se unieron a la celebración con el artículo "Las ambientólogas del presente", rindiendo un pequeño homenaje a todas las mujeres, especialmente a las ambientólogas.
En él se recoge la experiencia de las ambientólogas Olga Freixa, directora de Ecotècnics, Meritxell Martell, creadora de Merience y Anna Torres que desarolla su carrera profesional en el campo de la investigación y la docencia.
"En 1977 la Organización de Naciones Unidas (ONU) proclamó el 8 de marzo como el Día Internacional por los Derechos de la Mujer, una fecha que hoy se conoce popularmente como el Día Internacional de la Mujer o Día Internacional de la Mujer Trabajadora. Con esta excusa desde el COAMB queremos rendir hoy un pequeño homenaje a todas las mujeres, especialmente a las ambientólogas.
Algunos estudios apuntan a que las mujeres aún cobran menos que los hombres por el mismo trabajo, y que el techo de cristal impide que lleguen a cargos directivos de grandes empresas. ¿Sucede esto en el sector ambiental? Olga Freixa, ambientóloga de la primera promoción de la Universidad de Girona, se hizo empresaria por necesidad: no encontraba a nadie que la contratara. Montó una empresa -que aún hoy dirige-, Ecotècnics, y la cosa funcionó. Recuerda los inicios laborales como muy duros, pero "más por ser joven que por ser mujer". Afirma, sin embargo, que le costó ganar credibilidad y que durante muchos años tuvo que mostrarse más dura que sus compañeros masculinos para hacerse respetar. A pesar de todo, considera que laboralmente condiciona más el contexto económico y la edad que el género.
Olga trabaja actualmente a media jornada, ya que decidió "sacrificar" su carrera profesional para poder conciliar con la familiar. Madre de dos niños, ha preferido trabajar la mitad y ganar menos a cambio de estar más en casa, y se siente una afortunada de poder elegir este camino, porque en tiempos de crisis, siendo madre y en caso de que fuera una asalariada, ya la hubieran despedido, opina.
Quien aún no es madre -y parece que lo ve lejos, o al menos difícil- es Meritxell Martell, quien a principios de 2010, cansada de trabajar para otros, creó su propia empresa. En Merience , Martell se ha especializado en comunicar infraestructuras ambientales conflictivas, sobre todo nucleares, y por tanto sus interlocutores suelen ser hombres de más de cincuenta años y de mentalidad conservadora. "A menudo me encuentro en reuniones rodeada de hombres maduros vestidos de gris. En este contexto tengo que demostrar doblemente mi profesionalidad, por ser mujer y joven", se lamenta. Si bien durante los años de bonanza económica existían algunas ayudas gubernamentales dirigidas a las mujeres emprendedoras, hoy no queda ninguna, asegura. Martell, quien recuerda que en la facultad había muchas más mujeres que hombres, se encuentra sola en un sector gobernado por ellos. Sin embargo, la perseverancia, la profesionalidad y el empuje le han permitido abrirse un camino.
Y si nos movemos al campo de la investigación, parece que el género no juegue ningún papel discriminatorio. Como mínimo esa es la visión que tiene Anna Torres, quien ha estado haciendo un doctorado sobre sostenibilidad y turismo en los últimos cuatro años. Reconoce que en el ámbito de la Geografía hay más presencia masculina que femenina, pero Torres nunca ha encontrado impedimentos o trabas por el hecho de ser mujer. Las becas y los proyectos que se otorgan se basan en la excelencia y las calificaciones, independientemente de si el investigador es hombre o mujer. Recientemente ha empezado a trabajar como profesora e investigadora en la Escola Universitària de Turisme (centro adscrito a la UB) y tampoco ha notado ninguna discriminación por el hecho de ser mujer.
Parece que no todo está perdido, pero todo está por hacer.
¡Feliz Día Internacional de la Mujer!".
Fuente: COAMB Catalunya