El pasado viernes en Madrid se presentó Las Cuentas Ecológicas del Transporte, un riguroso estudio promovido por Ecologistas en Acción. Los resultados arrojan datos fundamentales para entender el sistema de transporte español; desvela los impactos sociales, ambientales y costes económicos de cada medio de transporte; y permite conocer cuál ha sido la evolución de nuestro modelo de transporte en los últimos 20 años. Una información fundamental para entender por qué es necesario reorientar la política de transportes de las últimas dos décadas, al tiempo que se aportan los fundamentos en los que debería asentarse el cambio.
Las cuentas ecológicas del transporte es un riguroso estudio en el que se analiza de manera pionera para un periodo dado –e integrando los principios de la economía ecológica– todos los elementos que conforman el sistema de transporte. Básicamente, y de forma integrada:
Mediante el análisis cruzado y desglosado de estas tres dimensiones (impactos, fases y medios), se obtiene una matriz de conocimiento fundamental para comprender nuestro modelo de transporte, así como las claves para reorientarlo hacia uno de mayor sostenibilidad económica, social y ambiental.
Este estudio es a su vez la continuidad de otro anterior: Hacia la reconversión ecológica del transporte en España, editado en 1996 con datos de 1992. Pasados 20 años, y tras la continuidad de una política de transportes basada en la construcción de miles de kilómetros de trenes de alta velocidad y carreteras de alta capacidad, resultaba fundamental actualizar estas cuentas ecológicas, y conocer hacía donde ha derivado nuestro modelo de transporte.
Para la presentación del informe, Ecologistas en Acción ha organizado unas jornadas de un día y medio de duración en las que se están desvelando las magnitudes, datos y conclusiones más importantes. Algunas de las más trascendentales son:
• Si se dividen todos los recorridos realizados interior e internacionalmente entre todos los habitantes, en 2012 esta movilidad correspondería, de forma más gráfica, a un desplazamiento diario de cada persona de unos 45,5 km, mientras que en 1992 eran 28,3 km. Es decir que en 20 años se ha producido un incremento en los kilómetros por habitante superior al 50%. Y lo que es peor: este incremento se ha asentado principalmente en el automóvil y el avión, los dos medios con mayores impactos socioambientales. Y eso que en 2007 la cifra era aún mayor, 49,6 km por habitante y día, pero la crisis ha provocado esta disminución hasta 2012.
Estas son algunas de las principales cifras, pero no las únicas, y todas ellas permiten concluir cómo el modelo de transporte impulsado en los últimos dos decenios se ha basado en promover el uso del automóvil, el avión y el tren de alta velocidad –los medios de transporte más ineficientes energéticamente–, que causan los mayores impactos ambientales (cambio climático, fragmentación de ecosistemas y consumo de recursos materiales finitos) y sociales (contaminación atmosférica, ruido y siniestralidad en el caso del automóvil); así como los mayores costes económicos (consumo de combustible y construcción de infraestructuras) para desplazarse.
Las Cuentas Ecológicas del Transporte muestran de qué manera, en un escenario de crisis ecológica, energética y económica como en el que nos encontramos, hay que avanzar para transformar nuestro modelo de transporte en uno completamente distinto, que reduzca las necesidades de desplazamiento, pivote en el uso del transporte colectivo (autobuses y tren convencional) preferiblemente electrificado, y en el caso de los desplazamientos urbanos, en la marcha a pie y en bicicleta.
Las Cuentas Ecológicas del Transporte.