Durante la última semana, los niños y adultos de todo el mundo han sido arrastrados por la locura de Pokémon Go, vagando por sus alrededores en busca de animales ficticios que añadirán a sus colecciones digitales. Los científicos se preguntan si hay algo que se puede aprender de la popularidad del juego para móviles. Es esperable que los investigadores pueden mirar hacia el diseño de juegos como Pokémon Go para obtener ideas sobre cómo lograr una mayor participación del público y hacer que los niños (o incluso los adultos) tan entusiasmados con Pikachus y Charmanders, lo estén también con la fauna real.
Como sabréis, Pokémon Go fue lanzada la pasada semana con elementos básicos de los juegos originales: localizar y capturar la mayor cantidad de Pokémon, los animales ficticios con nombres extraños de esta franquicia. La diferencia en Pokémon Go -y la que más probablemente ha contribuido a su sorprendente popularidad- es su componente de realidad aumentada. En Pokémon Go las mascotas virtuales se superponen a los espacios en el mundo real. Y para capturarlos, los usuarios deben pasear por sus espacios cotidianos (smartphones en mano, por supuesto) en busca de ellos.
Aprovechar el tirón del juego
De esta manera, el juego ofrece a los usuarios la experiencia de una búsqueda de vida silvestre en la vida real, sólo que con personajes imaginarios como objetivos. Y en ese frente, algunos investigadores ven una oportunidad para la participación pública. Se preguntan si es posible diseñar juegos educativos que podrían hacer que la gente se muestre igual de emocionada sobre la vida salvaje real en sus propios patios traseros.
"En esencia, si la gente se va fuera a buscar especies sintéticas, entonces obviamente hay una gran oportunidad para que se entusiasmen con especies reales", dijo Alexander Lees, investigador postdoctoral y experto en conservación en el Laboratorio de Ornitología de Cornell, EEUU.
Para algunos científicos, la moda de los Pokémon en realidad encaja perfectamente con la idea de que la gente tiene una fascinación intrínseca con el mundo natural. Según Lees, los seres humanos tienen un "deseo innato" para cazar y clasificar a los animales a su alrededor. Pokémon es sólo una forma artificial de lo que los seres humanos han estado haciendo en el mundo real desde hace milenios.
El problema es que la popularidad de Pokémon Go parece haber superado a la del mundo real y natural. La investigación sugiere que los niños son mejores en la identificación de Pokémon que en la de los animales reales. En 2002 un artículo publicado en Science examinó 109 niños de 4 a 11 años en el Reino Unido para ver lo bien que podían identificar tarjetas de la fauna británica frente tarjetas de varios Pokémon. Los niños en general fueron capaces de identificar el 80% de los Pokémon y menos del 50% de la vida silvestre común que se muestran.
Apps, medio ambiente y educación ambiental
Volviendo a los smartphones, ya hay un montón de aplicaciones que ayudan a la gente a identificar flora y fauna, pero uno de los elementos que se echan en falta es el componente desafío, que les impiden ser más populares. También existe la idea que ser parte del juego da a los jugadores la sensación de pertenecer a una especie de club secreto, de acuerdo con Joey Lee, profesor asistente de investigación en la Universidad de Columbia, que se especializa en el diseño y estudio de los juegos educativos.
Lee está de acuerdo en que los investigadores podrían mirar hacia el diseño de juegos como Pokémon Go para obtener ideas sobre cómo lograr una mayor participación con el público sobre cuestiones relacionadas con las plantas y los animales reales. Una forma podría ser la de aprovechar el elemento de realidad aumentada que ha hecho esta app tan divertida para los usuarios. "La realidad aumentada, realidad virtual y la realidad mixta tienen un gran potencial para la educación", dijo Lee. "Ya hay un montón de juegos educativos en este espacio, pero sólo están rascando la superficie y espero que haya una explosión de nuevos juegos pronto."
Las redes sociales como altavoz
Pokémon Go ya ha contribuido de alguna manera con el compromiso con la naturaleza. Morgan Jackson, entomólogo y doctorando de la Universidad de Guelph en Canadá, lanzó el hashtag #PokeBlitz para ayudar a los entrenadores Pokemon a identificar sus descubrimientos en el mundo real. Jackson, cuya investigación se centra en las moscas, dijo que jugar los juegos de Pokemon de niño ayudó a provocar su interés por la biología. Ahora "básicamente hago Pokemon en la vida real", dijo. Muchos de los científicos que se han unido en el #PokeBlitz han utilizado durante mucho tiempo Twitter para ayudar al público a identificar la fauna que se encuentran. La diferencia estriba, apunta Jackson, es que el hashtag ahora es culturalmente relevante.
El divulgador medioambiental Andrew Thaler, que tuitea como @SFriedScientist , escribió, esta vez en Facebook, sobre el juego y sus potenciales beneficios educativos y ambientales. "Pokémon Go es un juego activo, creativo y exploratorio que anima a los jugadores a interactuar con su entorno", escribe Thaler. "Está claro que no es una cura para el Trastorno por Déficit de Naturaleza, pero sin duda es un tratamiento potencial."
Fuente: extraído de What wildlife scientists and nature lovers can learn from Pokémon Go, y 'Pokemon Go' players are finding real animals while searching for digital ones.