El próximo año saldrán de la Escuela Politécnica Superior de Huesca los primeros graduados de Ciencias Ambientales de la Universidad de Zaragoza y Aragón, una carrera que apenas lleva una década en los mapas de titulaciones. Entre los alumnos que en este tiempo se han formado surgen dudas acerca del amparo profesional o el reconocimiento desde las instituciones en las convocatorias de concursos públicos.
Para afrontar estas cuestiones y ofrecer un apoyo a los "ambientólogos", se ha puesto en marcha la Asociación de Ciencias Ambientales de Aragón, cuyos responsables, Eduardo Abadía, Rafael Bernal y Javier Calvo, explicaron ayer a los estudiantes de este grado en el campus oscense las labores que realizan a través de esta entidad y les explicaron el papel que juegan estos especialistas en la interacción entre las actividades humanas y el medio natural.
En 2008 se implantó en Huesca esta titulación para responder "a la necesidad de la sociedad actual de desarrollar metodologías y herramientas para el estudio y la protección de nuestro entorno ambiental", señala su memoria de implantación. Entre sus labores, destacan los trabajos de consultoría y gestión ambiental, labores de calidad ambiental en la industria, estudios territoriales y sobre diversidad.
Unas 40 personas están interesadas por sumarse a la asociación que ha marcado ya sus primeras líneas de trabajo relativas al ámbito profesional, académico, comunicación y colegio profesional. Respecto a esto, comentó su presidente, Eduardo Abadía, será una cuestión que traten en el futuro, pero sería importante su creación, principalmente, por ofrecer un amparo en temas de responsabilidad civil, informes, alegaciones o licencias de trabajo, algo en lo que en Aragón "están un poco perdidos". También desde esta organización pretenden crear una bolsa de expertos en Ciencias Ambientales, de tal forma que, cuando se demande, haya expertos en cada materia.
Otro aspecto prioritario será el reconocimiento de esta profesión cuando, por ejemplo, se convocan concurso públicos para estudios de impacto ambiental en los que, hasta hace poco, ni siquiera se hacía referencia. No obstante, el término "ambientólogo" no aparece recogido en el diccionario de la Real Academia pero fue una de las palabras más votadas por los internautas en una iniciativa lanzada desde el Instituto Cervantes con motivo del Día del Español de 2009. Los mismos profesionales han iniciado la campaña "Pon un ambientólogo en tu Ayuntamiento", ya que se trata de un profesional que abarca muchas competencias que les habilitan para la creación de planes de desarrollo turístico sostenibles, estudios de protección del patrimonio arquitectónico o la restauración de ríos y riberas.
.