«No hay concejal al que no haya tenido en el bolsillo, al que no le haya hecho favores, haya invitado a cenas, le haya regalado cajas de champán, lo haya untado con calderilla de algún negocio, lo haya llevado de putas, o le haya pagado un crucero». En la orilla, un viaje a la Comunidad Valenciana de la mano del escritor Rafael Chirbes para retratar la corrupción.
Uno -el alcalde Luis Fernando Cartagena- escondió en un piano los 49.000 euros que las monjas habían donado para obras sociales al Ayuntamiento de Orihuela y se lo fue gastando poco a poco.
Otro -el conseller Rafael Blasco- malversó millón y medio de euros de un proyecto de cooperación para los más pobres de Nicaragua.
Un tercero -pongamos que Esteban Cuesta- saqueó junto a notables políticos hasta 24 millones de euros de una empresa pública vinculada a la depuración de aguas: cloacas, facturas por servicios inexistentes y hasta prostitutas rumanas camufladas como secretarias.
Otro más -escribamos que el constructor Enrique Ortiz- se hacía llamar la «polla insaciable» mientras daba pelotazo tras pelotazo en la costa de Alicante con la connivencia de la clase política.
Y hasta hay un quinto -terminemos por no alargarnos más con el capo de la Brugal, Ángel Fenoll- que enterró hasta un millón de toneladas de basuras sin tratar, un millón, en un vertedero ilegal de Orihuela y cuya trama político-empresarial ha terminado con decenas de imputados y este nuevo seísmo.
Enterrar la basura. Comer de ella. Engordar como un cerdo a costa del pienso de todos. Sólo que con un matiz: al cerdo no lo abre nadie en canal, el cerdo no se toca. El cerdo manda.
Hemos puesto entre corchetes los nombres porque, en realidad, los nombres son lo de menos. Lo de más es una palabra de cinco letras. -Se llama mafia -resume el crucigrama el sociólogo Vicent Flor-. La mafia es como una sanguijuela que chupa la sangre de la sociedad. Se apoya en redes clientelares. En el silencio de muchos... Nosotros siempre decimos que aquí, en Valencia, Berlanga fue un cineasta realista.
En la célebre serie americana de la HBO, el mafioso Tony Soprano le dice a su psiquiatra que se dedica a la «gestión de residuos». Y proclama una teoría que debe conocer el propio Fenoll: «La mierda siempre te arrastra hacia abajo, el dinero fluye hacia arriba. Tienes que saber qué corriente quieres seguir».
Lee el texto completo en El Mundo.