El desarrollo y avance de nuestra sociedad, ha traído consigo nuevos problemas de contaminación ambiental. Durante décadas, la atención en la investigación sobre la contaminación del agua ha estado centrada en los agentes contaminantes clasificados como "peligrosos o prioritarios", en particular, en los contaminantes orgánicos persistentes (COP) contemplados en el ámbito legislativo.
Dentro de estas sustancias o grupos de sustancias prioritarias se encuentran metales pesados, pesticidas, retardantes de llama o hidrocarburos aromáticos policíclicos conocidos por ser tóxicos, bioacumulables y persistentes en el medio ambiente. Sin embargo, los hábitos de consumo actuales de nuestra sociedad, están generando una serie de residuos y contaminantes de los que, hasta hace tan solo unos años, no se disponía de información que evidenciara su presencia en el medio ambiente.
Tales compuestos pueden representar un nuevo problema medioambiental, bien porque pueden presentar algunas de las características de los COP, o bien como consecuencia de su continua y masiva introducción en el ciclo del agua. Entre estas substancias, conocidas como "contaminantes emergentes", no incluidas en marcos regulatorios de control y prevención de contaminación ambiental, se encuentran compuestos biológicamente activos como fármacos, productos de higiene personal, productos de consumo doméstico o de origen agrícola e industrial, que han sido vertidos al medio ambiente sin reparar en las posibles consecuencias. Una característica importante de estos contaminantes es que no necesitan ser persistentes en el medio para causar efectos negativos, ya que sus velocidades de transformación y/o eliminación son compensadas por su continua introducción en el medio ambiente.
Protocolo de técnicas de muestreo y técnicas analíticas de contaminantes emergentes y prioritarios.