Red de sondeos para controlar las descargas del acuífero Cuaternario murciano

Conocer el caudal de descarga del acuífero Cuaternario en el Mar Menor es clave para alcanzar el objetivo de vertido cero que quiere alcanzar el MAPAMA. La masa de agua del acuífero está alterada por las concentraciones de nitratos y otros contaminantes, lo cual repercute en la laguna. Para medir la cantidad y calidad de este vertido se han iniciado los trabajos para construir una red de sondeos desde Cabo de Palos a San Pedro del Pinatar.

Con el objetivo de cuantificar los flujos subterráneos y los puntos de infiltración y conexión con la laguna del Mar Menor, la empresa estatal Tragsa y la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), a petición del Ministerio de Agricultura y Medio Ambiente, montarán entre junio y agosto una red permanente de 34 sondeos en el arco litoral de la laguna. Previamente, y durante dos meses, se lleva a cabo una prospección geofísica mediante 75 sondeos eléctricos verticales y cinco tomografías, para determinar el espesor total y la distribución espacial del acuífero. Estos sondeos preliminares sirven de 'radares' para conocer las características del terreno y determinar en qué puntos hay que construir los sondeos definitivos. Utilizan ondas eléctricas para conocer el material del subsuelo, según explicaron fuentes de la CHS.

Radiografía del acuífero

La estructura quedará montada en agosto y, posteriormente, se empezarán a recoger datos mediante modelos matemáticos que calcularán la descarga del agua subterránea. El informe final se dará a conocer en diciembre o enero del año próximo, con un diagnóstico del estado cualitativo y cuantitativo del acuífero, así como las interrelaciones existentes entre las dos masas de agua. Dicho estudio deberá definir las alternativas para evitar el transporte de nutrientes al Mar Menor a través de las aguas subterráneas. Este trabajo fue encomendado a Tragsa a finales del año pasado con un presupuesto de 911.000 euros.

La prohibición para utilizar las desalobradoras ha hecho que se extraiga menos agua del subsuelo, por lo que el nivel freático ha subido considerablemente, y por consiguiente la descarga es mayor en el Mar Menor. Con las mediciones de esta red de sondeos se comprobará cuánto rebosa el acuífero, y de esa manera se sabrá qué volumen de agua se debe extraer 'pinchando' en el Cuaternario y rebajando su nivel y las zonas de interacción con la laguna.

Red de monitorización hidrogeológica

Las medidas del departamento de Isabel García Tejerina -a través de la Confederación Hidrográfica y Tragsa- se han centrado hasta ahora en la superficie para acabar con los vertidos contaminantes, prohibiendo el uso de desalobradoras para riego y desmontando el salmueroducto. La siguiente fase es actuar sobre la interrelación de las masas subterráneas del acuífero y de la laguna costera.

La estación de sondeos de investigación perimetrales contará con 21 puntos que medirán los parámetros hidrogeológicos del acuífero. Habrá otros 13 sondeos de menos diámetro y profundidad para calcular los flujos de ramblas y humedales hacia el Mar Menor. Además del Cuaternario, en el Campo de Cartagena hay un sistema multicapa constituido por otros tres acuíferos profundos confinados (Plioceno, Messiniense y Tortoniense). El resultado de esta actuación permitirá que el Ministerio y la comunidad científica dispongan de una red de monitorización hidrogeológica.

El nuevo consejero de Agricultura y Agua, Miguel Ángel del Amor, considera prioritaria esta actuación del Ministerio para monitorizar los flujos del acuífero al Mar Menor. Trabajó en esta línea el año pasado desde su cargo anterior de director general del Agua. «La idea es sanear este acuífero para que no dañe la laguna», comentó. Estas aguas tienen menor conductividad que la del Mar Menor, lo cual es un factor que permite detectar la zonas de infiltración. Asimismo, están cargadas de nitratos como resultado de la actividad agrícola. 

Fuente e imágenes: La Verdad