Un ambientólogo es el artífice de que los vecinos de Salburua reciclen de manera particular sus residuos orgánicos. Algunos salburuenses llevan empleando sus propios compostadores para obtener abono orgánico. Comenzaron con la iniciativa unas diez familias con tres composteras de 400 litros, pero ya se les han quedado pequeñas y reclaman al Ayuntamiento nuevas composteras de 1.000 litros y material para la fabricación del compost, dado que lo que poseen ahora está financiado por ellos mismos.
“Da igual de dónde provengan los restos, siempre que sean orgánicos: de la carne, del pescado, de las verduras, de los huevos… los vecinos tienen que bajarlos y mezclarlos en un 50 % con material estructurante”, explica Iñigo Zuazagoitia. Este vitoriano, licenciado en ciencias ambientales y con un máster en residuos orgánicos, es el padre de la idea.
El material estructurante que menciona son restos de madera que proporcionan carbono y nitrógeno a la mezcla. Todos estos elementos reaccionan entre sí en la compostera a una temperatura de 65 grados. Cuando la temperatura baja, después de airear y regar la mezcla, los vecinos pasan a retirar el abono. Zuazagoitia asegura que no es un proceso muy costoso; el compost se criba cada dos meses y ha mejorado mucho las relaciones entre los vecinos, al realizar juntos esta actividad.
El abono resultante puede emplearse para todo tipo de agricultura. En Salburua dos de las asociaciones lo emplean en la plantación de bosques comestibles y otras plantas, según el especialista en medio ambiente. También hay agricultores de los pueblos de alrededor que están dispuestos a llevárselo para usarlo en sus propias plantaciones.
En el Ayuntamiento de Vitoria-Gasteiz incluso están barajando la posibilidad de usarlo en los parques y jardines de la ciudad, para mitigar la falta de humedad que suele haber en verano con los céspedes. Y por supuesto, los propios vecinos lo emplean en su parcela ajardinada y en sus plantas y flores.
El empleo de los residuos para hacer el compost también podría ayudar a solucionar los problemas de basura que hay en Vitoria-Gasteiz, especialmente en Salburua. “El 50 % de las cosas que echamos al contenedor de basura son materia orgánica. Por lo tanto, si la gente usara esta materia para el compostaje la basura que pondríamos en el contenedor se vería reducida a la mitad”, afirma Zuazagoitia.
El vitoriano apunta que toda la basura de este contenedor va a parar a la planta de tratamiento de Júndiz. “Allí hacen un compost de muy mala calidad porque se mezcla con metales, plásticos y cristales. El que hacemos en Salburua es un compost de proximidad, que no es trasladado en camiones ni se mezcla con otros residuos”, añade el ambientólogo. De hecho, asegura que en algunos países el compost casero se vende como abono orgánico, “mucho mejor que los abonos que se fabrican hoy en día”.
A partir de 2018, el Ayuntamiento pondrá en marcha una parcela pública para que todos los vecinos de Salburua hagan su propio compost. A principios de 2018, el licenciado en Ciencias Ambientales Iñigo Zuazagoitia espera poner en marcha la estructura del recinto, para que sea abierto a lo largo de dicho año. Por el momento están informando al barrio de la iniciativa, que se establecerá en la parcela situada en la confluencia del Paseo del Aeródromo con el Paseo de Atenas y el Boulevard de Salburua.
Fuente e imagen: modificado de gasteiz hoy