El pasado noviembre se celebró la Jornada "El sector agroalimentario como contribuyente al cambio climático", que contó con la presencia de expertos que pusieron de manifiesto los impactos que el cambio climático puede acarrear a la agricultura, así como la importancia que el sector tiene cómo primera frontera para su mitigación. Ahora se acaban de publicar las conclusiones y presentaciones de este encuentro.
Estos son los principales ponentes que se dieron cita:
En su intervención Fernando Miranda, Director General de Producciones y Mercados Agrarios del MAGRAMA, ha planteado los diferentes retos y estrategias que están configurando actualmente las políticas en material de clima y medio ambiente, con incidencia en el sector agroalimentario.
La Directora General de Sostenibilidad del Gobierno de Aragón, Sandra Ortega dio a conocer durante su intervención la iniciativa impulsada por el Gobierno de Aragón AGROCLIMA ARAGÓN, Un proyecto que tiene como objetivo la adaptación del sistema agroalimentario aragonés al cambio climático.
Felipe Medina, Responsable de Cadena Alimentaria de Asedas explicó en el primer tramo de su intervención como el Acuerdo de Paris abre la puerta a una mayor mitigación y adaptación en el sector agroalimentario. Como representante del entorno empresarial, Medina habló de los retos y oportunidades que se plantean, y en concreto, citó los siguientes: la necesidad de integrar el cambio climático en la estrategia de negocio de la empresa, extender la gestión climática en las operaciones del sector y a asegurar un suministro sostenible de energía.
En el tramo final de la jornada, el Director del Área Agroalimentaria de la Fundación, Jorge Jordana moderó una mesa redonda donde participaron diferentes expertos en la que se puso de manifiesto que el cambio climático es un hecho y la agricultura es un sector especialmente vulnerable a sus impactos, por lo que hay que poner en marcha medidas de mitigación y adaptación.
Antonio Vallejo comentó que los flujos de estos gases pueden reducirse mediante una gestión mas eficiente de los ciclos de carbono y nitrógeno en las practicas de cultivo. En este sentido, explicó que ir a sistemas con una menor dependencia de los fertilizantes nitrogenados reduciría la emisión de N2O.
Jesus Llorente, expuso que la reducción de los gases de efecto invernadero es un requisito internacional en la actualidad. Señaló que el aumento poblacional y el modelo de consumismo han encaminado a la ganadería hacia una producción intensiva.
Oscar Veroz defiende el modelo de agricultura de conservación, una práctica innovadora con beneficios económicos y medioambientales. La agricultura de conservación se sirve de técnicas de cultivo y de manejo de suelo que lo protegen de su erosión y degradación, mejoran su calidad y biodiversidad y contribuyen a la preservación de los recursos naturales (agua y aire), sin menoscabo de los niveles de producción de las explotaciones.
Agustín del Prado sacó a debate si aumentar la productividad de los sistemas ganaderos podría mitigar las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) ocasionadas por ese subsector.