Un nuevo informe de Oceana revela que la pesca de arrastre está muy presente en áreas marinas protegidas (AMP) de España, impactando gravemente sobre fondos marinos en teoría protegidos. La organización ha analizado la actividad aparente de pesca de arrastre durante 2020 en 218 AMP de la Red Natura 2000 y denuncia que existe un consentimiento extendido ante una de las actividades de pesca más destructivas en el medio marino. Un total de 73 100 horas de arrastre tuvieron lugar en 45 AMP, incluyendo áreas oficialmente designadas en 2015 cuyos planes de gestión deben ser aprobados antes de que finalice 2021. El estudio se centra en este tipo de arte y en las zonas declaradas para proteger hábitats del fondo marino (p.ej. arrecifes y praderas marinas) donde el impacto producido puede llegar a ser irreversible.
Ante los resultados del estudio, la organización hace un llamamiento para que se establezcan medidas de gestión adecuadas para la pesca en AMP y propone una prohibición expresa e inmediata al arrastre y las dragas de fondo en todas las zonas protegidas – existentes o futuras – ya que son artes incompatibles con cualquier objetivo de conservación marina.
“España cuenta con un 13% de superficie marina protegida, casi a mitad de camino del objetivo 30% que debe cumplir para 2030” señala Silvia García, científica marina senior de Oceana en Europa, que añade “sin embargo, esta posición aventajada podría ser un mero espejismo, ya que gran parte de esa superficie no está realmente protegida. Actividades de pesca destructiva como el arrastre de fondo son la amenaza número uno para el fondo marino y permitirlas podría suponer un claro incumplimiento de la Directiva Hábitats y la normativa nacional”.
Oceana lanza este informe cuando se cumple el plazo legal de seis años establecido para que las AMP declaradas bajo el proyecto INDEMARES[1] tengan sus correspondientes planes de gestión, ya que éstos aún no han sido elaborados y se estaría incurriendo en incumplimiento de la Directiva Hábitats. Por otro lado, ante los deficientes y decepcionantes resultados de la COP26, la organización señala que los hallazgos resultan contradictorios con la voluntad del gobierno de aplicar la Declaración de Emergencia Climática y Ambiental[2], a sabiendas de que el arrastre ha sido reconocido como una de las actividades que más carbono libera contribuyendo a la acidificación de los mares y en detrimento de la lucha contra el cambio climático.
“España quiere abanderar la lucha contra el cambio climático y la protección de los océanos, pero ocupa el décimo lugar en emisiones de dióxido de carbono provenientes de la pesca de arrastre. Proteger las AMP de manera efectiva sería sin duda una acción inequívoca para paliar los efectos del arrastre y gozar de océanos resilientes” afirma Vera Coelho, Directora de Campañas y Comunicación de Oceana en Europa.
Oceana ya había alertado en un informe anterior sobre la existencia de “parques de papel” en Europa y apuntaba a la permisividad de España con la actividad pesquera en áreas marinas protegidas. El nuevo análisis confirmaría la deficiente gestión de la pesca en AMP y podría en parte explicar el constatado mal estado de conservación de los hábitats marinos de la Red Natura 2000.
Algunos datos clave que se desprenden del estudio:
- El 73% de la actividad pesquera registrada en el interior de las zonas Natura 2000 españolas corresponde a buques de arrastre
- En términos de superficie (excluyendo Canarias donde no existe arrastre), las áreas impactadas por el arrastre ocupan el 64% de las zonas Natura 2000 designadas para proteger el fondo marino (hábitats bentónicos)
- Se han detectado señales de arrastre de al menos 404 embarcaciones dentro de zonas protegidas, sumando más de 73 100 horas
- El Lugar de Importancia Comunitaria (LIC) Sistema de cañones submarinos de Avilés es el lugar con más buques arrastreros registrados en su interior (85 embarcaciones)
- Casi un 50% de los arrastreros que faenan en caladero nacional registraron actividad dentro de una o varias zonas Natura 2000
- Poco más de la mitad de las AMP objeto del estudio cuenta con un plan de gestión, y para el resto el plazo está vencido o a punto de expirar
- Existen diez AMP fuertemente arrastradas, ocho de ellas localizadas en la cuenca mediterránea
- Se han detectado cientos de horas de actividad de arrastre sobre hábitats protegidos (como praderas de posidonia y arrecifes) o sobre zonas restringidas, pudiendo tratarse de actividad ilegal
A finales de 2015 se designaron oficialmente 10 nuevos LIC de la Red Natura 2000 para la protección de hábitats del lecho marino, como resultado del proyecto LIFE+ INDEMARES[3], uno de los mayores proyectos de conservación marina en Europa. El proyecto, cofinanciado por la UE, tenía como principal objetivo mejorar la representatividad de la Red Natura 2000 marina en España y fortalecer su coherencia ecológica. Por ley, una vez que estos sitios son designados, las autoridades competentes están obligadas a evitar el deterioro y/o alteración de sus hábitats y especies, causado por actividades humanas. Con tal fin, se deben adoptar medidas de conservación bajo planes de gestión tan pronto sea posible y dentro de los seis años siguientes a su declaración.
El pasado junio Oceana lanzó una petición para solicitar al Comisario europeo de Medio Ambiente, Océanos y Pesca que prohíba la pesca de arrastre en las AMP europeas. La petición de momento ha sido apoyada por más de 150.000 firmas. Esta prohibición de la pesca de arrastre de fondo podría ser parte del próximo Plan de Acción de la UE sobre los océanos, que se espera que se presente en la primavera de 2022.
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