El anuncio de un par de cadenas de supermercados de eliminar el ticket de papel del comprobante de compra de las cajas ha causado cierto revuelo. La medida entraría dentro del ámbito de la RSC de las compañías, pero desde las organizaciones de consumidores recuerdan que la sustitución de los tickets o facturas de compra en papel por documentos o tickets electrónicos es una medida que la ley sólo permite si el comprador lo acepta.
Carrefour anunciaba a principios de mes que dentro de su estrategia de digitalización pone en marcha el proyecto Papel 0, que permitirá reducir hasta un 70% del papel emitido en su línea de cajas y la digitalización de los principales procesos en sus oficinas centrales. En la actualidad, la compañía envía las notificaciones a los más de un millón de usuarios de su aplicación para que de forma voluntaria decidan si no quieren papel en línea de caja.
Por su parte, Lidl anunció en diciembre que dejará de imprimir de forma automática el ticket de papel de compra en los cien supermercados de la compañía en Suiza con el objetivo de reducir costes y contribuir con el medio ambiente. La cadena de supermercados alemana alega que actualmente la mayoría de los clientes no coge el recibo, o que lo pierde antes de llegar a su vehículo, por lo que defiende que la iniciativa permitirá el ahorro de "mucho papel".
Desde Lidl España indicaron que cada filial de Lidl se encarga de determinar los proyectos y ámbitos de actuación de su política de Responsabilidad Social Corporativa en base a las características del mercado o la sociedad para la que opera, por lo que por ahora está centrada en proyectos de sostenibilidad medioambiental relacionados con el aprovechamiento de la energía solar o la conservación de energías y recursos naturales.
Lidl y Carrefour, que fueron dos de los supermercados pioneros en cobrar las bolsas de plástico para reducir el consumo de este material, también lo serán en comenzar a eliminar el ticket de compra en sus establecimientos y sustituirlo por el ticket electrónico.
Desde Facua-Consumidores en Acción se hace hincapié en que la opción de recibir el ticket por correo electrónico o que el documento quede archivado en una 'app' es una medida que puede resultar útil a los consumidores y que contribuye a reducir el impacto medioambiental. Además, señala que disponer de los comprobantes de compra en un archivo digital reduce el riesgo de no contar con sus versiones en papel cuando resulta necesario plantear una reclamación, ya que en muchos casos se tiran o pierden.
Por otro lado, Facua ha advertido de que el consumidor siempre tendrá derecho a exigir la entrega de un ticket o factura en papel, al tratarse de un derecho reconocido en el texto refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios, alegando que todavía hay un elevado porcentaje de consumidores que no tienen acceso a internet, por motivos tanto económicos o por desconocimiento del funcionamiento de las nuevas tecnologías.
Los tickets que recibimos en las cajas de los supermercados se imprimen en el llamado papel térmico, que es un tipo especial de papel reactivo al calor que se imprime mediante el método de impresión térmica directa. Esto significa que se imprime gracias al calor, sin tinta ni tóner por lo que su uso es notablemente más respetuoso con el medio ambiente. Por otro lado, hay investigaciones que muestran que este tipo de papel, que todas las personas usan a diario y que probablemente tienen en su cartera o monedero en estos momentos, contienen Bisfenol A, un disruptor endocrino que puede ser absorbido por nuestro cuerpo.
Fuente: modificado de Diario Información y Expansión.