La Organización Mundial de la Salud (OMS) afirma que pasamos un 90% de nuestro tiempo en ambientes de interior, como el hogar, espacios de ocio o, principalmente, en la oficina. Las actividades que se desarrollan en el trabajo pueden tener un gran impacto en el medio ambiente, por lo que resulta muy importante tomar conciencia de la necesidad de adoptar prácticas sostenibles.

 

Con motivo del Día Mundial de la Ecología, una fecha fundamental para sensibilizar a la población acerca de la importancia de cuidar del medio ambiente, Lyreco, compañía líder en distribución de soluciones para espacios de trabajo y centros educativos, ofrece diez consejos para conseguir que el espacio de trabajo tradicional se transforme en una auténtica oficina eco-friendly, respetuosa con el medio ambiente:

  1. Eliminar el uso de envases de plástico: En lugar de utilizar botellas de plástico, se recomienda usarlas de materiales reciclados. Si hay vajilla o cubiertos de papel, debe optarse por reciclarlos. También se puede animar a los empleados a traer su propia taza o botella de casa para evitar el uso de vasos de cartón o plástico.
  2. Limitar el uso de dispositivos electrónicos: Apagar los ordenadores o activar el modo suspensión cuando no se están utilizando, programar o fijar recordatorios para apagar las luces al salir de los espacios de trabajo son algunas pequeñas acciones del día a día que pueden traducirse en un mayor ahorro energético.
  3. Optar por el uso de materiales ecológicos y el diseño ergonómico: Utilizar materiales de construcción y mobiliario fabricados con recursos renovables o reciclados, como el bambú, la madera certificada, el acero reciclado y los textiles orgánicos, es una buena forma de crear una auténtica oficina eco-friendly. Además, seleccionar muebles y equipamiento ergonómicos que promuevan una postura saludable y cómoda para los empleados reduce el riesgo de lesiones y aumenta la productividad.
  4. Reciclar de forma habitual: Se debe informar y facilitar a todos los empleados la tarea de reciclar de manera correcta hasta que se convierta en un hábito natural. Implementar y crear programas y estaciones de reciclaje y compostaje, en la oficina o cualquier lugar de trabajo, para reducir la cantidad de residuos enviados a vertederos y promover la reutilización de materiales puede ser una buena forma para proteger el medioambiente. Y un dato curioso: ¿sabías que sustituyendo las papeleras individuales por contenedores colectivos de reciclaje ahorras hasta en 250 bolsas de plástico al año por empleado?
  5. Reducir el uso de papel: Aunque a veces su uso resulta inevitable, en la oficina se puede reducir su consumo durante la rutina diaria de diversas formas. Por ejemplo, compartir en línea los documentos y reducir su impresión, programar la impresión a doble cara y utilizar papel reciclado, o reutilizar folios con fallos de impresión para tomar notas. Existe una alternativa más sostenible, como es la fibra de papel reciclado, que aporta beneficios como la reducción de la necesidad de talar árboles, ahorro de energía en la producción de papel a partir de fibra de papel reciclado, reducción de la contaminación de agua y aire y estímulo de la economía circular.
  6. Ahorrar agua: Instalar aireadores en los grifos permiten reducir el flujo del agua sin disminuir la presión, y contribuyendo a su ahorro. Pero, sobre todo, es muy importante concienciar a los empleados sobre la incidencia en el medioambiente de malgastar agua. Compartir las buenas conductas relacionadas con un buen consumo del agua, o enviar información sobre cuáles son los procedimientos a seguir en caso de que se detecte alguna fuga o que un grifo gotee son algunas prácticas fáciles y respetuosas con el medioambiente que podemos poner fácilmente en marcha en nuestro espacio de trabajo.
  7. Utilizar la iluminación de forma eficiente: Siempre que la oficina cuente con una buena iluminación natural, es recomendable aprovecharla al máximo. Se traducirá en una reducción del gasto energético y mejorará el ambiente de trabajo, ya que la luz del sol aumenta la sensación de bienestar y la productividad de los trabajadores. Otra opción en caso de no disponer de buena luz natural es hacer uso de la iluminación sostenible, como las luces LED de bajo consumo, que suponen una gran inversión a largo plazo.
  8. Limitar el uso de calefacción y aire acondicionado: Según la normativa de Prevención de Riesgos Laborales, la temperatura límite del aire en invierno en recintos con calefacción no debe superar los 19 ºC, mientras que en verano la temperatura no será inferior a los 27 ºC. Respetar estos límites de temperatura y no excederlos de forma habitual puede suponer un ahorro de hasta el 10% en la factura energética. Además, es importante elegir un sistema de climatización sostenible, como los sistemas adiabáticos por evaporación del agua, que reducen el impacto de la huella de carbono al no usar gases contaminantes y mejoran la calidad del aire.
  9. Certificaciones de ahorro de energía: Al adquirir nuevos equipos para la oficina, es fundamental prestar atención al etiquetado energético y elegir las opciones que sean más respetuosas con el medioambiente.
  10. Crear espacios verdes: Incluir áreas verdes, plantas y jardines interiores en el diseño de la oficina permite mejorar la calidad del aire, reducir el estrés y promover el bienestar de los empleados.

 

Fuente: Lyreco