En el contexto actual, la conciliación de la producción de cítricos con la gestión sostenible medioambientalmente, que a su vez garantice un nivel de renta razonable, se plantea como un gran desafío y requiere de medidas para su consecución. La aplicación de la mecanización en las labores agrícolas se presenta a día de hoy como un instrumento necesario para conseguir la sostenibilidad económica, social y medioambiental. Este es el trabajo de, entre otros, Chueca P., Dra. Ingeniera Agrónoma y Licenciada en Ciencias Ambientales, y Responsable del Área de Mecanización del Centro de Agroingenería del IVIA.
España lidera el ranking mundial de exportación de cítricos para consumo en fresco, siendo el sexto productor de estos frutos para fresco e industria a nivel mundial, con una producción en la campaña 2017/18 de 6,7 millones de toneladas. Según datos de la FAO (2017), en el año 2016 España exportó más de la mitad de la producción por un valor de 2.977 millones de euros lo que convierte a los cítricos en el primer producto agrario para exportación y en un producto clave en la economía agraria española.
La producción nacional se concentra en la Comunitat Valenciana, la Región de Murcia y Andalucía. La Comunitat Valenciana produjo alrededor de 3,2 millones de toneladas de cítricos en 2017, en una superficie cultivada de 159.140 ha (lo que corresponde al 30 % de la superficie agrícola de la Comunitat). Andalucía es la segunda región española productora de cítricos con una superficie de 83.683 ha y una producción de 2,2 millones de toneladas. La otra gran región productora, Murcia, dedica el 25% de su superficie cultivada (38.582 ha) a los cítricos con una producción un poco inferior al millón de toneladas.
La agricultura genera en España casi un millón de empleos directos. Pese a su importancia económica, ambiental y social, las rentas de los agricultores están sufriendo grandes reducciones y nuestros cultivos están perdiendo competitividad frente a terceros países con menores costes de producción y, en ocasiones, amparados por tratados comerciales que dejan a los citricultores españoles en desventaja competitiva. Según datos del Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas las reducciones de las rentas de los agricultores valencianos ascienden a más de un 20% en los últimos 5 años (IVIE, 2015).
En esta misma línea, el Observatorio de Precios y Mercados de la Junta de Andalucía establece para la campaña 2016/17 un precio medio de venta de 0,19 euros/kg para la naranja (Junta de Andalucía 2018), donde en la mayor parte del año y de forma repetida en sucesivas campañas, el agricultor recibe un precio incluso inferior al coste de producción. En el resto del año, aunque existe un incremento del precio, la producción es limitada. Por otro lado, la rentabilidad económica se ve lastrada debido a la tendencia alcista de los insumos agrarios y de la mano de obra, que en los últimos 10 años han aumentado más del 25% su precio.
Los problemas graves de rentabilidad se manifiestan, por ejemplo, en el abandono de explotaciones. De hecho, la superficie agrícola utilizada (SAU) en la Comunitat Valenciana se ha reducido de 2003 a 2013 en un 9%. A esta situación se le unen otros dos problemas estructurales como el envejecimiento de la población agraria y la falta de relevo generacional.
Por otra parte, la creciente conciencia medioambiental y de seguridad alimentaria de la sociedad europea en los últimos años ha hecho que a nivel comunitario se impulsen políticas que impongan estrategias de producción primaria más sostenibles y de “triple ejecución” abarcando objetivos económicos, sociales y ambientales que normalmente encarecen la producción.
Lee el artículo completo sobre el trabajo "Aplicación de nuevas tecnologías para una estrategia integral de la recolección mecanizada de cítricos CITRUSREC", financiado por el Instituto Nacional de Investigaciones Agrarias (INIA) y el Ministerio de Economía, Industria y Competitividad de España, y cofinanciado por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) en Interempresas.net