La ambientóloga Belén Sánchez recibe el premio al mejor proyecto de Ciencias Ambientales de Andalucía
De niña prefería subirse a los árboles a jugar con las muñecas. En el colegio la llamaban ‘hippy’ porque obligaba a sus compañeros a reciclar. Se preparó buena parte de los exámenes del instituto sentada sobre el tronco horizontal de una encina centenaria que hay en el Barranco de Quiles, en Oria, de donde es su madre. Ha estudiado Ciencias Ambientales y su Trabajo de Fin de Grado (TFG), que está centrado en su tierra, ha sido premiado como el mejor de su ámbito en Andalucía.