Viajar sin dejar rastro
Viajar nos hace libres, nos abre la mente, nos permite entender la vida de otra manera e, incluso, enriquece los contenidos de nuestras redes sociales. Pero recorrer y descubrir nuevos parajes también genera un impacto, deja una huella que deberíamos intentar minimizar viajando de forma responsable y siendo conscientes de los impactos sociales, ambientales y económicos que provocan nuestras decisiones. Elegir el destino, la forma de viajar, elegir cómo nos movemos o qué comemos durante un viaje tendrá un impacto u otro sobre el territorio, las personas que viven y el medio ambiente.