La industria minero-metalúrgica, riesgos ambientales y la salud pública
Es muy fácil destruir y muy difícil reconstruir. Nos queda mucho por investigar en el campo de los residuos industriales. Los efectos que pueden producir sobre la salud pública y ambiental de muchos de los elementos químicos que conforman estos residuos, por ejemplo las denominadas tierras raras, son unos grandes desconocidos en la actualidad». Son palabras de José Matías Peñas, investigador de la Universidad de Limoges (Francia), en la que se encuentra desarrollando el proyecto 'Evaluación de los riesgos ambientales y sobre salud pública derivados de la dispersión y movilidad de los contaminantes metálicos procedentes de la industria minero-metalúrgica. Minimización de riesgos e innovación en las técnicas de restauración', financiado por la Fundación Séneca.
La actividad minero-metalúrgica ha transformado la realidad física de muchos lugares, generando importantes depósitos de residuos que por su concentración en elementos potencialmente tóxicos, como son los metales pesados o los metaloides, adquieren la condición de peligrosos.
En la actualidad estos residuos están sujetos a procesos de meteorización, es decir, la descomposición de minerales y rocas que ocurre en torno a la superficie terrestre cuando estos materiales entran en contacto con la atmósfera. Esto provoca un incremento de su capacidad de dispersión y movilidad, lo cual afecta negativamente a los ecosistemas y a la salud pública de las poblaciones próximas en las que se puede producir su inspiración.