En un mundo cada vez más consciente de los desafíos ambientales, la educación se erige como el cimiento fundamental para formar ciudadanos comprometidos con la preservación del planeta.
Desde los colegios, observamos cómo se está gestando ya un movimiento transformador, donde la enseñanza medioambiental no solo es un componente curricular, sino un pilar que impulsa a las generaciones futuras hacia el cambio positivo en favor del clima y la naturaleza. De hecho, es una demanda de los propios jóvenes: según un estudio elaborado por GoStudent en colaboración con Opinium, a 8 de cada 10 estudiantes en España les preocupa el cambio climático.
La llamada a la acción es imprescindible, pero todavía queda mucho camino por recorrer: según datos de la UNESCO, aunque el 95% de los docentes de primaria y secundaria encuestados consideran que la enseñanza del cambio climático es importante, menos del 30% se muestran dispuestos a enseñarlo.
En este sentido, implicarse en jornadas sostenibles es un recurso valioso para empoderar a los jóvenes para liderar acciones concretas y como recordatorio global de que proteger el medio ambiente es una responsabilidad colectiva que puede inspirar un cambio hacia un futuro más verde y sostenible.
Colegios de todo el mundo se han sumado al “Call to Earth Day”, la llamada a la acción impulsada por CNN International. La edición de este año, bajo el lema “Nuestro hogar compartido”, busca fomentar la reflexión sobre la relación entre el desarrollo urbano y la naturaleza, destacando el impacto de la vida humana tanto en los entornos urbanos como en los naturales.
Los colegios, al unirse a esta iniciativa, demuestran el compromiso de educar para el futuro, incitando a la acción proactiva y cultivando una generación que no solo entiende los desafíos ambientales, sino que también se siente capacitada para abordarlos. El pasado año participaron más de 130.000 personas de hasta 80 países.
Hannah Wright, profesora de Primaria en el campus BSB Sitges de The British School of Barcelona, uno de los colegios participantes este año, destaca la importancia de esta jornada: «Nuestra participación en este proyecto ha tenido un valor incalculable para nuestros alumnos, ya que les ha ofrecido una experiencia educativa única que va más allá del aula. La variedad de los temas escogidos por ellos mismos ha sido impresionante: las causas y las nefastas consecuencias de una terrible sequía que asola su entorno, la polución del aire o el peligro de extinción de especies como el lince ibérico y de la foca monje son solo algunos de los temas que han explorado conjuntamente. Al profundizar en temas que han escogido los propios alumnos, no solo están despertando la conciencia colectiva, sino que se están convirtiendo en voces con influencia que abogan por el cambio».
En el Call to Earth Day, BSB se une a otros treinta y nueve colegios Cognita de todo el mundo en una colaboración exclusiva entre la CNN y este grupo de colegios internacional, del que BSB forma parte. Los alumnos han creado videos y piezas de arte donde han plasmado su preocupación por el planeta y los desafíos ambientales a los que nos enfrentamos como sociedad.
Más allá de las jornadas de concienciación, la integración de la educación para la sostenibilidad debe ser un compromiso tangible que se refleje en medidas concretas y que involucre de forma activa a los estudiantes en la búsqueda de soluciones innovadoras y sostenibles.
Proyectos como la creación de huertos sostenibles, la promoción de prácticas de consumo responsable como la venta de la propia cosecha de kilómetro cero, y el diseño de aulas al aire libre, desarrollados por los estudiantes de bachillerato de BSB, son ejemplos claros de cómo los jóvenes pueden convertirse en agentes del cambio. Estas iniciativas les han permitido presentarse a los Premios a la Ecoinnovación, impulsados por la Fundación Endesa en colaboración con la Fundación Europea Sociedad y Educación, fomentando así, aún más, la implicación juvenil.
Diseñar infraestructuras respetuosas con el medio ambiente desde los propios entornos educativos es otra de las medidas que guían a las nuevas generaciones hacia un futuro sostenible: BSB ha instalado 567 paneles solares en todos sus campus en Barcelona, Castelldefels y Sitges, reduciendo significativamente las emisiones de CO2 en 143,34 toneladas y ofreciendo una lección práctica para los estudiantes sobre el impacto de decisiones ecosostenibles.
En la misma línea, el nuevo campus de Barcelona, BSB City, inaugurado el pasado mes de septiembre, ha sido diseñado íntegramente con criterios óptimos de calidad acústica, lumínica y térmica, que incluye tecnología para la renovación automática del aire, insonorización de los espacios de aprendizaje, fachadas de vidrio para maximizar la entrada de luz natural, vegetación interior y exterior, así como un depósito de agua subterráneo que recoge y reutiliza el agua de la lluvia. Todo esto tiene como objetivo ofrecer un entorno educativo cómodo y sostenible, en una clara apuesta por la responsabilidad medioambiental.