Con la llegada del verano, la sequía y la falta de lluvias, el calentamiento global, las olas de calor o la falta de prevención en el cuidado de la naturaleza aumentan las posibilidades de que se produzca un incendio forestal que se propague sin control con la consecuente destrucción de flora y fauna silvestre y sus graves consecuencias para la vida humana.
La prevención se torna fundamental para evitarlos, con acciones de sensibilización que se intensifican en las zonas y épocas con mayor riesgo, como el verano. Actuar antes de que se produzca una catástrofe; anticiparse a los peligros; reducir los riesgos; mitigar los efectos y, siempre que sea posible, evitar que los peligros se conviertan en grandes desastres son medidas imprescindibles.
Según el Informe Anual de la IFCR, 2023 fue el año más cálido registrado; un ejercicio terrible para las comunidades y zonas en riesgo. La crisis climática y medioambiental causó muertes innecesarias por calor extremo y alimentó incendios catastróficos. El cambio climático es una crisis humanitaria mundial con impactos cada vez peores, con olas de calor que causaron muertes innecesarias y un aumento de la miseria en Europa y Asia Central. Las previsiones indican que las olas de calor y los incendios serán cada vez más frecuentes y graves, sobre todo en el sur de Europa.
En España, durante este mes de julio, ya se han producido incendios en San Martín de la Vega, Toledo y Badajoz que, aunque controlados, podían haberse prevenido. Según datos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, 2023 fue el segundo año con menos incendios del decenio. Siendo una buena noticia, no es menos cierto que se produjeron un total de 7.748 incendios.
Solo entre el 1 de enero y el 13 de agosto de 2023, el fuego arrasó más de 83.000 hectáreas de superficie forestal en España, según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS). Esa cifra convirtió a nuestro país en el Estado miembro de la UE con más superficie forestal quemada, por delante de Italia (59.000 hectáreas) y Grecia (53.000 hectáreas). Para prevenir en la medida de lo posible este tipo de catástrofes medioambientales, es imprescindible atender los siguientes consejos:
Ante un incendio, sigue estas recomendaciones básicas:
Ante los incendios, Cruz Roja cuenta Equipos de Respuesta Inmediata en Emergencias, compuestos por personal voluntario entrenado para dar la mejor atención a personas damnificadas por este tipo de situaciones y está preparada para desplegar equipos con los que dar atención en el ámbito de la Intervención Psicosocial, Logística y Albergue provisional, Asistencia Sanitaria y Búsqueda y Salvamento, siempre en coordinación y como auxiliar de los poderes públicos.
El personal voluntario de Cruz Roja informa cada verano en los denominados puntos calientes a los senderistas de las posibles señales e indicios de incendios que deben tener en consideración. Son lugares donde, por afluencia turística y las condiciones del paraje, el riesgo de incendio es alto y se torna imprescindible informar sobre las negligencias más habituales de la acción humana en este entorno y que pueden producir cualquier conato.
Junto a esta labor de sensibilización, Cruz Roja también promueve las buenas prácticas medioambientales para lo más jóvenes e incluso cuenta con un juego de mesa de prevención de incendios que se utiliza en escuelas de verano, campamentos urbanos y colegios durante todo el año.
Fuente: Cruz Roja