Jesús Eduardo Sáenz Ceja, egresado de la licenciatura en Ciencias Ambientales de la ENES Morelia y actualmente estudiante del Doctorado en Ciencias Biológicas en el Instituto de Investigaciones en Ecosistemas, ambas, entidades de la UNAM, resultó ganador, junto con su equipo de trabajo, del segundo lugar en el Concurso Estatal "Cienciathon" al que convocó en marzo pasado el Instituto de Ciencia, Tecnología e Innovación del Estado de Michoacán.
El "Cienciathon" fue una de las actividades desarrolladas en el marco del "Innovation Fest" que se llevó a cabo entre el 15 y el 17 de marzo del año en curso con la finalidad, de acuerdo con las bases de su convocatoria, de: "generar propuestas de soluciones a las problemáticas específicas de las verticales (entre las que se cuenta el tema de Agroindustria) que estén respaldadas por una investigación científica de grado licenciatura, maestría o doctorado".
El equipo estuvo conformado por Mayté Silva Silva, Guadalupe Corona González, Teresa Alelí Corona Medina, Ramón Guerrero Reyes, todos estudiantes de la Ingeniería Forestal del Instituto Tecnológico del Valle de Morelia y el propio Jesús
Eduardo Sáenz Ceja, asesorados por el Ing. José Trinidad Sáenz Reyes, investigador del Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (INIFAP) y obtuvieron el segundo lugar de la competencia, presentando un biofertilizante y un plaguicida mineral, con el objetivo de sustituir el uso de agroquímicos que causan afectación al ambiente, la salud humana y resultan costosos para los agricultores.
El biofertilizante recicla el estiércol vacuno y junto con otros ingredientes, como ceniza, melaza y minerales, es elaborado en un tambo de plástico; por su parte, el plaguicida mineral es una mezcla de calcio y azufre y resulta de utilidad al ahuyentar distintas plagas relacionadas con cultivos.
El uso del biofertilizante y del plaguicida mineral, reduce el costo de estos insumos en hasta un 90% , lo que representa importantes ahorros para los agricultores. Además, es posible utilizarlo en plantaciones forestales, huertas de traspatio y áreas verdes urbanas. La propuesta considera enseñar a los agricultores a producirlos ellos mismos, para reducir su dependencia respecto a insumos externos y al elevado costo de los agroquímicos.
A la par de obtener el lugar señalado en la competencia, los desarrolladores exploran las posibilidades de colaboración con instancias gubernamentales y en ese sentido se ha localizado un ánimo de cooperación, dadas las ventajas de la propuesta y su capacidad para ser replicada a bajo costo en distintos escenarios de uso agrícola.
Fuente: texto e imagen de Cambio de Michoacán