¿Qué es “la caja”?
Imagina que, literalmente, estás dentro de una caja. ¿Qué ves? Tal vez vislumbres el cielo, pero no podrás observar a la gente de afuera y, mucho menos, interactuar con ella. Ahora traslada esa situación a tu vida diaria.
“La caja” es esa barrera que te aísla, que no te permite ver las cosas tal cual son y que, a veces, tampoco te permite tratar a las personas como personas. ¿Te suena familiar?
Estar en ella implica vivir una distorsión de la realidad que nos provoca vernos a nosotros mismos como bienhechores, nos permite autojustificarnos cuando no queremos hacer algo o nos inclina a culpabilizar a los demás por no reaccionar de la manera en que pretendemos que lo hagan.
“La caja” impide que los miembros de una organización se comuniquen, planeen e interactúen libremente; incluso llega a truncar el cumplimiento de metas y frustra los deseos de cooperación y compromiso de las personas.
¿Cómo salgo de ella?
¿Recuerdas la frase “Si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo”? Aquí aplica perfectamente. Si la caja es una metáfora de tu resistencia a los demás, entonces salir de ella implica dejar de resistir; comenzar a ver a las personas como son, sus necesidades, esperanzas y preocupaciones que son tan válidas como las tuyas.
“La caja” y el liderazgo
¿Qué sentiste el primer momento que obtuviste un ascenso? ¿Cuáles fueron tus pensamientos cuando tuviste gente a tu cargo por primera vez? Seguramente estabas agradecido y deseoso de hacer todo lo posible por la empresa y por esas personas que trabajarían contigo. ¿Cómo te sientes ahora?
Tal vez en el transcurso de tu carrera has tenido problemas con personas de tu equipo; quizás el compromiso, la motivación, las ganas de trabajar en equipo sucumbieron hace algún tiempo. Cuando algo empieza a fallar, ¿a quién le atribuyes la responsabilidad: a ti mismo o a tu equipo? ¿Cómo reaccionas para resolver la situación: buscas una respuesta o sólo te ocupas de culpabilizar?
3 tips para ser un líder “fuera de la caja”
- No intentes ser perfecto; intenta ser mejor.
- No busques “la caja” de los demás; busca la tuya y procura estar fuera de ella.
- No te concentres en lo que los otros hacen mal; concéntrate en cómo podrías ayudarlos.
Para conocer más…
Te recomiendo el libro La Caja de The Arbinger Institute.