En el reciente Congreso Geológico Chileno desarrollado con gran éxito en la Facultad de Ciencias Ambientales de la Universidad de Concepción, se presentó un interesante trabajo titulado "El agua que bebemos" que comparte información sobre el contenido de elementos en el agua mineral y aguas purificadas embotelladas, que en nuestro país tiene una regulación diferente a la del agua potable que recibimos en nuestras casas.
Existe la percepción generalizada en el público que el agua embotellada podría ser de mejor calidad y sabor que el agua potable, pues bien, el trabajo que mencionamos indica que no siempre es así, y que incluso algunos elementos presentes en las aguas minerales superan los contenidos permitidos para el consumo en el agua potable, como es el caso del contenido de Arsénico, un metaloide muy tóxico para la salud. Es importante destacar que el consumo de agua embotellada se ha incrementado en forma exponencial desde el año 2010 en nuestro país, alcanzando la cifra de 500 millones de litros el año 2016.
Sin duda, se requiere avanzar en como regulamos estas aguas de consumo humano, ojalá haciéndola parecida a las aguas potables, pero conservando sus propiedades minerales, además considerando los cambios importantes en los niveles de contaminantes observados en el ambiente acuático que sirve de fuente para estas aguas y también como controlamos las amenazas emergentes sobre la calidad del agua de consumo. En nuestras investigaciones tanto en la Facultad de Ciencias Ambientales y Centros Eula y Crhiam de la Universidad de Concepción, hemos descrito la necesidad de contar con más y mejores sistemas de monitoreo, seguimiento y control a la calidad del agua, la actualización de los parámetros de control, considerando los temas emergentes, como lo son, por ejemplo, la ocurrencia de compuestos farmacéuticos y del cuidado personal en las aguas, y para los cuales los actuales sistemas de tratamiento, que fueron diseñados para otras amenazas no tienen aplicación.
El Programa de Monitoreo de la Calidad del Agua del Rio Bío Bío, ha sido pionero en describir el estado de la calidad del agua del río Bío Bío, principal fuente de abastecimiento de agua para potabilizar en el Gran Concepción, desde hace mas de 25 años, y podemos indicar que gracias a esa información el río cuenta hoy en día con una norma de protección ambiental, que si bien es cierto es aún insuficiente, en nuestra opinión es un gran paso, ya que si protegemos el ecosistema acuático, estamos protegiendo los servicios que éste presta a la sociedad.
Se requiere, sin embargo, modernizar nuestras regulaciones del control de la calidad del agua para consumo humano, actualizándolas a las demandas de los consumidores para proteger de mejor forma la salud y asegurar la sostenibilidad de la oferta, ante una creciente demanda dada por el crecimiento de las ciudades y su consumo.
Por Dr. Ricardo Barra de la Facultad de Ciencias Ambientales/Centros EULA y CRHIAM, Universidad de Concepción, para Diario Concepción.