Leemos en Cinco Días un interesante artículo sobre la iniciativa de Iberdrola para encontrar soluciones que minimicen el impacto de las redes eléctricas en la avifauna. Iberdrola ha lanzado una nueva iniciativa internacional dirigida a startups, en esta ocasión con el objetivo de encontrar soluciones innovadoras para minimizar el impacto de las líneas eléctricas en el medio ambiente, especialmente en avifauna.

La energética pone así en marcha, a través de su Programa internacional de startups Perseo, un nuevo StartUp Challenge, tras las iniciativas anteriores para encontrar soluciones para la limpieza de paneles fotovoltaicos, para combatir el impacto de las catástrofes naturales sobre el servicio eléctrico o para impulsar las cargas colaborativas de vehículos eléctricos.

En concreto, el concurso busca soluciones técnicas que eviten la electrocución y colisión de aves con materiales duraderos y que faciliten la operación y mantenimiento de las líneas, así como soluciones que permitan realizar una gestión más sostenible de la vegetación.

Las propuestas se analizarán, por un grupo de exportes en red MT y sostenibilidad de las distintas regiones, basándose en criterios de escalabilidad, diseño compatible con instalaciones eléctricas e idoneidad de los materiales. Además, el proyecto se desarrollará en colaboración con los técnicos especialistas del área de redes de Iberdrola.

El plazo para presentar las propuestas se prolongará hasta el próximo 13 de julio y está previsto, tras el análisis de las iniciativas presentadas, que entre el próximo mes de octubre y marzo del año que viene comience el proyecto piloto.

Más de 1,1 millones de líneas eléctricas en el mundo

La energética presidida por Ignacio Sánchez Galán cuenta con más de 1,1 millones de kilómetros de líneas eléctricas de transporte y distribución de electricidad, distribuidas en Estados Unidos, Brasil, Reino Unido y España. Conformando esta red hay más de 4.400 subestaciones de alta a media tensión y más de 1,5 millones de transformadores de distribución de media a baja tensión, todo ello construido y operado para suministrar un servicio de alta calidad y fiabilidad a un total de 31 millones de puntos de suministro de electricidad.

Además, el grupo es pionero en la digitalización de sus redes a través del desarrollo de 'smart grids', la integración de soluciones de almacenamiento y el despliegue de estaciones de recarga de vehículo eléctrico. Todo este trabajo se realiza en paralelo al esfuerzo por minimizar el impacto de estas instalaciones en el medio ambiente.

Por su estructura y localización, los apoyos eléctricos -elementos fundamentales para el transporte y distribución de la energía eléctrica- se convierten en oteaderos para las aves en busca de descanso y alimento, que al posarse en ellos, corren riesgo de electrocución. Igualmente, los cables de las líneas aéreas en ocasiones se encuentran en la trayectoria de su vuelo. Todo ello puede provocar que se produzca una pérdida de biodiversidad y, en ocasiones, puede desencadenar riesgo de incendios.

Asimismo, la vegetación cercana de las zonas de servidumbre se retira para evitar la proximidad con las líneas y así prevenir posibles incidentes a terceros y a la red.

 

Fuente : Cinco Días