Estas cuestiones, detalla, "no son cosas que controlemos nosotros; pero nuestro trabajo está aquí, tenemos un proyecto concluido, el proyecto ejecutivo y contratos hasta donde el flujo lo permite, por eso eventualidades de tiempo no tienen que ver con nosotros". Del total del dinero público que se necesita para terminar toda la infraestructura cultural, contando lo ya gestionado, suma casi el 80% de los recursos necesarios para completar la tarea pública. Falta la parte de inversión privada, pero no tengo duda de que llegará porque puede desarrollarse simultáneamente. Nuestro horizonte es que, en cinco años, gran parte del conjunto esté concluido, es decir, que lo público esté terminado y la parte privada tenga un 60% de avance; así, los años siguientes serán para consolidar la vivienda".
Así, el CCU tiene como objetivos esenciales "capitalizar el turismo, que cada vez se mueve más en función de la industria cultural, que será una ruta económica alterna para la Zona Metropolitana al complementar comercio e industria; por eso creemos que se podrá capitalizar el talento local y, también, los recursos naturales".
En un espectro general, "el proyecto tiene que ver con estimular la creatividad de todos; generar nuevas ideas y pensar en soluciones, enfrentar los retos y ver con otros ojos nuestro entorno. Eso, al final, si se resume en una palabra, es 'autoestima'; creemos que las cosas suceden en otras partes del mundo porque hay otras condiciones, pero lo que se intenta es mejorar la autoestima colectiva, porque en el mundo de las ideas es donde México puede competir mejor".
Museo Ciencias Ambientales (MCA)
Se preveía que a "principios de este año" se colocara la primera piedra del Museo Ciencias Ambientales (MCA), pero no ha sido posible "porque buscamos verificar fechas en el DF para que vengan los funcionarios que invitamos, tanto del área cultural y científica pero, también, de la Secretaría de Desarrollo Territorial".
Este MCA tiene "muchas implicaciones que van más allá de lo científico y cultural, se vincula con lo económico, lo social y el desarrollo urbano"; de hecho, especifica De Font, si algo lo distingue es "que no será un museo que hable de lo muerto o el pasado, como los de historia natural, lo que se persigue es hablar de lo vivo y del futuro, lo que vincula con la apuesta de fondo del CCU".
De acuerdo con el director del CCU, el MCA se vincula al proyecto completo al conectar con el estudio y aprovechamiento de los recursos naturales en el entorno; además, si a futuro las concentraciones de población se circunscribirán a las ciudades —se dice que un 75% de los seres humanos estarán en centros urbanos para 2050—, "México y Jalisco están, así, en el futuro; a nivel nacional 78% ya habitan en ciudades y, en la Entidad, 87% ya viven en ciudades".
Lo anterior ha provocado, prosigue el director, "que haya una gran fragilidad entre el sistema natural que nos alimenta y las ciudades, donde las decisiones se toman; por eso la ciudad es el medio ambiente en que se centra el MCA que, a pesar de financiarlo con recursos públicos, comienza a atraer al sector privado. Para muchos efectos, se trata de vincular el medio ambiente con el desarrollo de la ciudad, algo que parecería obvio pero a veces se olvida y, además, las fronteras políticas al final poco cuentan si se piensa en la subsistencia del ecosistema".
Para el inicio de las obras, también se espera —y están en proceso— conseguir la constancia de Desarrollo Certificado (antes conocidas como DUIS, Desarrollos Urbanos Integrales Sustentables) por parte del gobierno federal, ante quienes presentarán la documentación correspondiente a fines de febrero y "si las cosas salen bien, quizá podamos hacer coincidir el anuncio de la certificación con el arranque de las obras".
Al final, "en esta coyuntura, lo mejor es esperar un poco", dice De Font, "no tenemos fecha para empezar la construcción, pero tomará tres años terminarlo. Con todo, el museo ya existe porque la idea es provocar curiosidad y lo que se hará es el escaparate visible para presentar de forma extraordinaria lo que sucede en la región; asimismo, participa en diferentes actividades, es el séptimo año que, como entidad, forma parte del Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG) en su muestra de cine medioambiental, por ejemplo".
Conjunto de Artes Escénicas
Por lo que toca al Conjunto de Artes Escénicas, aunque originalmente se habló de tres y después cuatro espacios para la escena, ya se contemplan cinco dentro de un proyecto en construcción hoy día que registra un 65% de avance —pues "se prevé terminar a principios de 2016", asegura De Font—; de hecho, se observan ya las dos moles de concreto que serán dos teatros de gran formato (uno para mil 800 personas y otro para 900).
Este centro que se construye, dice De Font, tiene dos foros grandes "para presentar ópera, teatro, ballet o conciertos; ahora, al frente, bajo el nivel de suelo hará un escenario para 400 personas adaptado técnicamente para la experimentación teatral y, sobre él, un teatro y café. Además, se construye un laboratorio de artes escénicas para 100 personas".
Dice el director que se han tomado en cuenta las "grandes necesidades que tienen los grupos y compañías escénicas, por eso habrá salas de ensayo y espacios de uso social. No solamente se ofrece espacio para compañías que vengan de fuera, se busca establecer una plataforma para el talento local, lo que se vincula con el proyecto de trasladar a la Prepa 10 la Escuela de Artes Escénicas del Centro de la ciudad y utilizará esta infraestructura".
Como parte de un proyecto mayor, uno de los auditorios se planeó como parte del complejo para servir como centro de convenciones —ligado al hotel y los servicios complementarios que se construirán—, a lo que también se agrega el auditorio de la Biblioteca Pública Juan José Arreola, comparte el director.
En general, todo parte de la idea de "trabajar en conjunto para competir hacia el exterior y reposicionar a Guadalajara, que genere su propio tráfico turístico".
Centro de Investigación
El Centro de Instrumentación Transdisciplinaria y de Servicios (CITRANS) será, establece De Font, "un eslabón entre la investigación y la industria local; aunque las universidades realizan una gran labor en este ámbito, pocas personas se enteran de lo que se hace y para qué se destinan estos productos. La idea aquí es, por un lado, que lo ya desarrollado se ponga a disposición de la industria local o que, por solicitud y con propósito específico, la industria solicite servicios de investigación en diferentes áreas".
Así, los recursos para financiar el CITRANS —que presenta ya un 70% de avance en su construcción— provienen fundamentalmente del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CONACyT) y, aclara De Font, "para muchos efectos es una especie de 'hermano' del Museo de Ciencias Ambientales".
Fuente: Informador.mx