En plena temporada de cría y aprendizaje, el proyecto Life Iberlince ha publicado un avance del censo de población de la temporada de cría correspondiente a 2018. Y pese a ser sólo un avance —el censo en Andalucía está aún al 40 por ciento de su ejecución —, arroja un balance muy positivo que continúa la tendencia registrada en los últimos años en Andalucía, y en otras áreas con presencia de este felino en la Península.

Los datos registrados por los técnicos de Iberlince señalan que en la última temporada nacieron en estado salvaje en la región andaluza al menos 72 cachorros, una cifra que se prevé que sea mayor al finalizar el censo, cuando se pueda ofrecer un número más detallado de los nuevos ejemplares. Para ello, continúan con el seguimiento de los nuevos cachorros junto a sus progenitoras.

El mismo documento apunta que han sido 32 las camadas registradas durante los últimos meses en las zonas de Doñana-Aljaraje, Guarrizas, Andújar y Marmolejo, Cardeña y Montoro y en el valle del Guadalmellato. De estas 32 camadas, 26 se detectaron en Sierra Morena, donde se han contabilizado un total de 54 cachorros.

El nacimiento en estado salvaje de cada uno de estos ejemplares es más que una satisfacción para los que dentro de este proyecto realizan el seguimiento de la población de lince ibérico. Una población que, según los datos del censo de 2017, alcanza en la Península los 589 ejemplares y, en concreto, en Andalucía, 448 linces.

Las cifras hablan por sí solas, y la población de lince ibérico sigue aumentando año tras año tanto en Andalucía –donde el número de ejemplares se ha quintuplicado en los últimos quince años, pasando de 94, en 2002, a 448 individuos- como en otras zonas con presencia de lince ibérico en la Península: Castilla-La Mancha, Valle del Guadiana y Extremadura.

En este sentido, cabe señalar que en las dos áreas de reintroducción de Castilla-La Mancha, ubicadas en Sierra Morena oriental y Montes de Toledo, se contabilizaron en 2017 un total de 73 ejemplares, a los que sumarán en el censo de este año los cachorros nacidos en la pasada primavera, que resultaron ser al menos 16. El recuento de nuevos ejemplares también ha sido muy positivo en el área del Valle del Guadiana, con el recuento de al menos 23 crías nacidas en libertad.

Cada uno de los objetivos marcados en los inicios de este proyecto se han cumplido con creces, y ayudan a establecer los objetivos del que será el próximo Life Iberlince –el Iberlince II-, en el que se trabajará por establecer la conexión natural entre las distintas poblaciones de lince ibérico distribuidas por la Península, garantizando así la supervivencia de la especie.

 

Conoce más acerca del resultado de las liberaciones de lince ibérico realizadas esta temporada en algunas de las áreas de reintroducción del Proyecto LIFE+Iberlince en el Boletín Gato Clavo nº55.